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Cinco razones para decir “Bitelchús” tres veces
Era 1988 cuando hizo su primera aparición el más famoso (¿y único?) bioexorcista del cinematógrafo, un descarado difunto cuya presentación...
Era 1988 cuando hizo su primera aparición el más famoso (¿y único?) bioexorcista del cinematógrafo, un descarado difunto cuya presentación...
Demasiado tierno para el cine de terror, demasiado cruel para el cine infantil, demasiado comercial para el cine experimental, demasiado...
Respóndenos, comparte la publicación (¡cuantos más redrumianos seamos, mejor!) y entre todos sortearemos las dos películas que marcaron la historia...