¿Cuál es la importancia de Carrie Fisher en mi vida?
Tal vez superior a la que había imaginado nunca. De ahí que lleve más de una hora secándome las lágrimas. Pero voy a intentar ordenar mis sentimientos y explicarme lo mejor posible: como cualquier hijo de vecino que se crió con la cultura del VHS, desde que tuve uso de razón recuerdo que domingo sí, domingo también, caían las películas de Star Wars. Al principio las veía de forma indiscriminada, desordenada, y casi a la espera de que llegaran las batallas, ya fueran a sable láser o las propias contiendas espaciales. Pero enseguida encontré mi favorita: El Imperio Contraataca (Star Wars. Episode V: The Empire Strikes Back, 1980) y, por supuesto, dentro de ella mi escena preferida:
Otra de las anécdotas de mi infancia es que tengo dos tías mayores con las que me llevo menos de diez años. A principios de los 90 existía un hombre que era Brad Pitt, George Clooney y Michael Fassbender. Todo en uno: Patrick Swayze. Y como es normal cada vez que llegaba al videoclub una nueva película protagonizada por el bueno de Swayze allí que iban los novios de mis tías a alquilarla. En ese momento me daba cuenta de que ese domingo me quedaba sin mi ración de Star Wars. Y ya por entonces se lo intentaba explicar: en la multimillonaria saga galáctica también había amor, y del bueno… Evidentemente ellas no me creían.
No hay que ser Pitagorín para entender que el gran éxito de la trilogía original fue el casting. La química que desprendía el triángulo (amoroso) de Hamill-Ford-Fisher era única. Lejos de las pelis de ciencia ficción en la que los personajes eran oscuros y siniestros o, por otra parte, sacados de una viñeta de la primera edad de oro de los cómics, es decir, casi caricaturescos, aquí había vida. Eran tres personajes autónomos pero que casaban a la perfección. Y, como decía antes, el culmen de este triángulo se veía en el Episodio V… y por encima de todo en esa frase y esa respuesta.
– I love you
– I know
No son pocas las personas (mujeres y hombres) que declararon a principios de este fatídico 2016 que no encontraban el amor, ya que desde bien temprano habían idealizado a David Bowie como la pareja ideal. Es normal, cuando presenciamos el destello de un artista tan único y tan propio, como era Bowie, lo normal es que te remueva emociones que ni conocías. Y a la vez es normal que ninguna pareja esté a la altura, ya que semejante talento era único, de ese que sólo se atisba a soñar que pasará por la tierra una vez cada milenio.
En el caso de Carrie Fisher no soy yo el que va a decir que fuera la mejor actriz que he visto. No lo creo, pero me da bastante igual, ya que sin duda Fisher en el personaje de la Princesa Leia es uno de los más acertados que jamás se puedan imaginar. La intérprete recogió perfectamente la idea que la saga iba a imprimir sobre su rol: princesa, rebelde, diplomática y capaz de empuñar un arma. Sin duda una de las precursoras de las chicas guerreras que llenan las pantallas del entretenimiento actual.
No sé si Carrie Fisher y su princesa Leia son mi actriz y mi personaje definitivo, creo que sí, pero sí que estoy seguro de que estos son momentos muy tristes. Me estoy dando cuenta de que ella ha sido mi primer amor, justo ahora que nos ha dejado.
May the Force be with you, my dear princess.
Por Sergio F. Fernández
@SuperSergioF
