El clásico sobre adolescentes El Club de los Cinco, The Breakfast Club en su título original, cumple 30 añitos. John Hugues, que desgraciadamente falleció en el 2009 a la edad de 59 años, fue un director que dejó para la posteridad películas como Solo en casa, La chica de rosa o de la que hoy queremos hablaros, un filme considerado por muchos como la mejor película sobre adolescentes de todos los tiempos.
Y, porque si no es así le fata poco, os vamos a dar cinco razones para ver, o volver a ver, un clásico de los maravillosos años ochenta. Una película divertida y emocionante que ha mejorado con el paso de estos largos 30 años.
1. UN REPARTO TAN EXTRAÑO COMO MÍTICO.
El Club de los Cinco tiene un reparto legendario pero la mayoría de aquellos jóvenes no han tenido una carrera excesivamente larga y exitosa. Se trata de Molly Ringwald, Judd Nelson, Emilio Estévez, Anthony Michael Hall y Ally Sheedy. Todos y cada uno de ellos interpretaron sus roles de manera inolvidable y, a pesar de que nadie lo podría haber hecho mejor, ninguno consiguió llegar a la madurez con grandes reconocimientos. Sin embargo, jamás olvidaremos aquellos personajes, radicalmente diferentes entre sí pero soprendentemente iguales en el fondo.
Mención especial al subdirector Richard Vernon, interpretado por Paul Gleason, un personaje crucial con un encanto igualmente imborrable. La sucesión de escenas en las aparece se convierten en base del gran atractivo de la película de Hughes.
De izquierda a derecha: Judd Nelson, Ally Sheedy, Emilio Estévez, Molly Ringwald y Anthony Michael Hall.
2. UN SÁBADO POR LA MAÑANA, UN CASTIGO.
Algo harían durante la semana para que el profesor Vernon decidiese que iban a pasar aquel mítico sábado encerrados en el instituto Shermer. Obviamente ninguno acudió de buena gana, pero lo que no sabían era que ese 24 de Marzo (lo de publicar este artículo hoy, mismo día, es pura casualidad. Lo prometo) sería un antes y un después para todos ellos.
La película representa a la perfección ese ambiente depresivo y contagioso en el que uno encara un castigo así. Ese tufillo a mal rollo y el eco de unas instalaciones sin gente que acostumbran a estar rebosantes, te envuelven e introducen hasta tal punto que pareces estar sentado en uno de los pupitres junto a ellos. Mientras atendemos a las instrucciones de Vernon nos vamos dando cuenta de que no será un día normal.
3. ¿QUIÉN ES QUIÉN?
Molly Ringwald es Claire Standish: De «papá» millonario, popular y atractiva, con aspecto dulce y delicado, el motivo de su castigo fue faltar a clase por… irse de compras.
Judd Nelson es John Bender: problemático, duro, cruel y gamberro hasta decir basta. Un rebelde sin arreglo castigado con frecuencia y esta vez penalizado por activar la alarma de incendios.
Emilio Estevez es Andrew Clark: el deportista del grupo, un atleta obsesionado con la disciplina cuya idea de envolver con esparadrapo las partes nobles de un compañero le llevaron a cumplir el castigo junto al resto de protagonistas.
Anthony Michael Hall es Brian Johnson: un genio experto en matemáticas y en sacar dieces, en general. No tuvo suerte cuando una pistola de bengalas que guardaba en la taquilla estalló de manera accidental.
Ally Sheedy es Allison Reynolds: según ella no tenía nada mejor que hacer que estar en el instituto Shermer aquel día. Mentirosa compulsiva y raruna, raruna. El paradigma del adolescente inadaptado.
Richard Vernon es Paul Gleason: el implacable subdirector Gleason intentará que los cinco jóvenes cumplan el castigo de manera implacable, para ello les visita cada cierto tiempo. Sufrirá las consecuencias de la rebeldía adolescente.
Todo el instituto para nosotros ¿Qué hacer?
4. COMEDIA Y DRAMA.
El Club de los Cinco tiene momentos para todos los gustos. Ese es uno de sus encantos. Tras el superficial hecho del castigo impuesto, se esconde la problemática de todo adolescente, adaptada a las circunstancias de cada uno de ellos, muy diferentes entre sí pero con el mismo trasfondo emocional. A su manera, los jóvenes irán mostrando su verdadero yo y las razones y motivaciones que les impulsan a autoetiquetarse para ser identificados. Lo descubriremos a la vez que ellos, esa es la magia de esta película tremenda. La dimensión del guión de John Hughes se agranda según avanza el montaje y el tono de comedia del principio se torna en drama juvenil, una combinación explosiva con el inigualable atractivo de la esencia cinematográfica ochentera que se complementa a la perfección.
5. SU BANDA SONORA.
La colección de temas de El Club de los Cinco es genial. El acierto de Hugues al elegirlos dio lugar a un disco que merece la pena tener y disfrutar. Mención especial merece la canción principal del filme, Don´t you (forget about me) de Simple Minds. Con sonidos pop de la época, el tema es pegadizo y muy adecuado como abanderado de una película de gran valor y que nadie debe dejar de ver. El legado de John Hugues tuvo en El Club del Desayuno uno de sus más importantes estandartes… y con toda la razón.
Por Javier Gómez.
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