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Javier G. Godoy

Un regalo que nos llegó desde Australia:Animal Kingdom.

Ya queda menos para que acabe el año y creo que,en resumen,ha sido una temporada muy fructífera para el cine y las salas de todo el mundo.La piratería,principal cáncer del séptimo arte,no ha conseguido evitar que el gran público haya asistido en mayor medida a ver los diferentes estrenos del año.Buenísima noticia.

Películas como El Discurso del Rey,la fantástica tercera parte de Toy Story,La Red Social,Cisne negro,Incendies,la desasosegante película griega Canino o la ganadora del Oscar a la mejor cinta  de habla no inglesa,En un Mundo Mejor,han subido el nivel y la calidad con respecto a años anteriores y han conseguido aunar opiniones de crítica y público,cosa harto difícil.

Sin embargo,me gustaría destacar una joyita que nos llegó desde las antípodas,un relato sin concesiones,la ganadora en el festival de Cine de Sundance,una película implacable:Animal Kingdom.Para mi gusto,junto a la oscarizada El Discurso del Rey,la mejor película del pasado año.

Tardé en verla,aunque las referencias tras su estreno eran cada vez mejores.Craso error el mío.A partir del visionado,no he parado de recomendarla.Es realmente buena.
Tras un breve prólogo que nos pone rápidamente en antecedentes,seremos testigos de un espectáculo agresivo,seco,treméndamente original,explícito en sus formas…y muy sorprendente.Su director, David Michod,debuta de manera brillante.Cada escena contiene una formidable tensión,inquietante fotograma a fotograma.
No quiero hacer una sinopsis,como cuando recomendé Ajami,prefiero que la veáis vosotros mismos y juzguéis.No os dejará impasibles. 
Por Javier Gómez

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