En el año en el que True Detective, Fargo o Transparent han conquistado las redes y nuestros seriófilos corazones, The Affair se ha impuesto en la primera prueba de fuego de 2015: los Globos de oro. Qué tiene esta serie que ha dejado a las favoritas sin su premio, y que ha hecho que incluso la boquipata de Ruth Wilson le haya arrebatado el dichoso globito a la grandiosa Juliana “Good wife” Margulis.
La infidelidad siempre ha sido un tema recurrente en las tramas de los últimos hitos de la televisión, peor nunca había sido el hilo conductor de una. Al igual que en el cine tenemos más de una docena de películas hablando del tema (la Infiel de Adrian Lyne, la Infiel de Liv Ullman….), en la TV no se había tratado de forma tan abierta. Sin embargo, no estamos ante un culebrón de Gustavos Adolfos, y Estelas Marías, si no que el calado de la historia abarca, contiene, como decía Walt Withman, multitudes.
Aquí las 5 razones que la han traído hasta los altares televisivos:
1.La narración.
Sí, matrimonios, cuernos, niños, poco sexo en la alcoba doméstica, compensado con los revolcones orgiásticos de nuevo cuño. Un tema de lo más manido. Entonces, ¿por qué ver The Affair, si es algo que ya he visto 1000 veces? Porque los guionistas de Showtime, como ya han demostrado con Homeland o Masters of sex, tienen más recursos que la Ley del Aborto.
La historia cuenta como un cuarentón de muy buen ver, y de carrera literaria incipiente, conoce a chica sexy y dispuesta durante sus vacaciones de verano. El problema es que él está casado y tiene 4 churumbeles, y ella, que también lleva alianza, acaba de perder a su único hijo.
Con esta premisa, vivimos los hechos dos veces, una a través del punto de vista de Noah (que así de bíblico es el nombre de él), y otro, baja la atenta, lúcida y desgarrada visión de ella (que para terminar con las presentaciones, responde al nombre de Alison). Los hechos rara vez coinciden, y según avanza la temporada, te das cuenta de que la feliz e infiel pareja se encuentra en primer lugar en la lista de sospechosos de un asesinato, del que poco a poco vamos conociendo detalles.
© Showtime
2. Los protagonistas.
Aunque los que dedicamos más tiempo a las series que a nuestra higiene personal ya conocíamos de sobra a Ruth Wilson, después de su psicótico paso por Luther, hay que reconocer que jamás pensamos que llegaría a las cotas de dramatismo e intensidad que alcanza en The Affair . La fría, lúbrica y lanzada Alison que describe Noah, y la reflexiva, atormentada y luchadora Alison que habita su propia historia. En cualquier caso estamos ante uno de los personajes femeninos más potentes de los últimos años, con el morbo añadido de no saber qué Alison de las dos es la verdadera.
Por otro tenemos a Noah, o McNulty, cómo guste el espectador, porque hay una verdad incólume, y es que a Dominic West nunca se le quitará el estigma de haber sido uno de los protagonistas de la considerada por muchos la mejor serie que se ha hecho para la televisión, The Wire.
Alejado del papel de irlandés borrachín, obsesionado con el trabajo, y con menos disciplina que el peluquero de Mario Vaquerizo, West nos ofrece un personaje fuerte y sensible al mismo tiempo, sin remordimientos por la infidelidad, pero con ganas de zafarse de las desgracias que esta conlleva. Un padre de familia moderno, obsesionado con triunfar en la literatura. Un cuarentón que duda de si la vida que les está dando a sus hijos es la ideal, o si todo lo bueno y malo que entra o sale de su vida tiene que ver con el hecho de que suegros son dos de las personas más ricas de América.
Al contrario de lo que ocurre en la mayoría de los seriales que vemos en televisión últimamente, esta serie tiene muy claro que cuenta la historia de 2 personas. Esto no quiere decir que no haya calidad en la segunda línea. El dawsoniano Joshua Jackson, y la esplendorosa Maura Tierney, dan la réplica como parejas engañadas, con apenas peso en las tramas. De lo que no cabe duda es que eso cambiará en la segunda temporada.
4. El misterio.
Al igual que ocurrió con Lost, aunque de una forma más suave y menos universal, los seguidores de The Affair ya están especulando acerca de las diferencias entre narraciones, y la posibilidad de que haya un mensaje oculto detrás de la relación propiamente dicha entre todos los personajes. No vamos a decir más, solo que lo que ha nacido como una historia de amor, puede terminar como otra muy diferente en la que la muerte y el sadismo están muy presentes.
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5.La crudeza.
De los hechos, de sus consecuencias. No es una serie fácil, los personajes tienden a desnudar sus sentimientos, y quedar tan desamparados que el espectador se siente en la necesidad de arroparlos, de empatizar u odiar, de ponernos en su lugar para reir o para llorar. La historia ( y sus protagonistas) están tan pegadas a la cotidianeidad, que cualquiera verá pasajes de su vida descritos en algún momento de esta historia.
Una de las series del año, y sin embargo una gran desconocida. Un plato de primera para los serie adictos. ATENCIÓN: es conveniente no ver esta serie en pareja, se pueden sufrir cuadros clínicos de ansiedad, odio y desconfianza. Luego no digáis que no os avisamos.
Por J.M.C.
@Jatovader
