Cuando Gustavo Biosca, el cómico suicida, saltó en medio de la caravana de frikis de Star Wars diciendo que la Estrella de la Muerte tenía nombre de folclórica, no sabía la cantidad de corazones que estaba rompiendo, a pesar de las miradas cómplices, y las risitas aprobatorias. Los seguidores de la saga más famosa, exitosa e imitada de la historia son personajes sensibles, que no permiten que un laico en estas lides pueda burlarse del arma de destrucción masiva más potente creada por el Imperio.
Y así sucede con todo lo referente a Star Wars, o en plan castizo, La Guerra de las galaxias, una franquicia que ha vomitado sobre todos los órdenes artísticos, creativos y audiovisuales hasta el punto de tener personajes, frases y situaciones, que se han repetido hasta el mal gusto, desde que el pequeño George Lucas invirtió todo lo ganado con American Graffiti en esta idea suya de mezclar a los clásicos del Oeste con la cultura samurái.
Por ejemplo, la cansina y rancia “Yo soy tu padre” ha tenido cabida en series, películas, programas de variedades, música…si escribes “yo soy tu padre” en Google, este te arroja 14 millones de coincidencias. “Le haré una oferta que no podrá rechazar”, otro de los clásicos del cine, apenas llega a 220 mil. Si buscas “Princesa Leia” tendrás 600 mil ofertas, algunas tan cercanas al ridículo como este duelo de rap, entre la hermana de Luke Skywalker y la elfa Galadriel:
Si el hecho de que exista porno relacionado con Star Wars te parece de lo más extraño, porque te preguntas como puede encajar Chewacca en ese guion, prepárate, porque no solo tenemos la sobada La guarra de las galaxias: se calcula que la industria del porno ha producido más de una decena de filmes basados en la saga. Algunas son tan sutiles que incluyen slogans como “en una galaxia muy muy caliente”, o chistes en los que el tamaño del sable laser sí que importa:
Si entramos en el mundo de los homenajes, ya la cosa marea. Jorge Lucas (de Todos los Santos) decidió en su día que sus producciones posteriores eran un escaparate de primera línea de playa para los guiños y referencias a su obra magna. Por ejemplo, en En busca del Arca perdida, si afinamos mucho la vista en el momento en el que Sallah e Indi abren el Arca, veremos un bajorrelieve en el que parece que C3PO entrega a R2 a un faraón. O en la segunda parte, en el Templo Maldito, los mejores tragos de veneno del Dr. Jones se sirven en el “Club Obi Wan”.
El discursito cósmico de Michael J. Fox en Regreso al futuro para convencer a su futuro padre (Marty es el único, junto con Chuck Norris, que podría decir aquello de que perdió la virginidad antes que su padre) de que debe llevar a su madre al baile. “Soy Darth Vader, del planeta Vulcano”, un coctel a la altura de la leche de pantera.
Y bueno, alguna vez todos hemos dejado volar nuestra imaginación hasta el planeta Tatooine, o hasta el apartamento de Ross Geller en Manhattan, y hemos vestido nuestras fantasías de Carrie Fischer. Aunque los creadores de Friends hicieron un mix entre la princesa de la primera parte (y su estética fallera) y el erótico festivo modelito con el que encandilaba al simpático Jabba.
Y en estas fechas tan entrañables, la Reina y yo queremos haceros llegar la oferta de juegos y juguetes que han tomado Star Wars como referencia: demuestra a tus compañeros de mesa que eres el especulador más avispado de este lado de la galaxia, instalando hoteles en el sistema Dagobaa del Monopoly “Saga edition”, o conquista el Kamchatka interplanetario en el Risk de las guerras clon.
El siglo XXI también golpea a los esforzados rebeldes de la Resistencia, convirtiendo sus personajes en Angry Birds.
¿Usa casco? ¿Es un Jedi? ¿Tiene pulmones? ¡¡¡Es Darth Vader!!!! Disfruta con tus hijos del “¿Quién es quién? versión Star Wars”.
Vaya, que ni Endor se conquistó en un hora, ni el mundo Jedi empieza y acaba en el episodio VII, ni en el teaser calientabraguetas de J.J. Abrahams. Es más que eso: una saga, una leyenda, un producto de consumo.
Por J.M.C.
@Jatovader
