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Sonrisas y Lágrimas: 50 años al ritmo del DO-RE-MI.

Se cumple medio siglo del estreno de una de las películas musicales más famosas de la historia del cine. Todos, alguna vez al menos, hemos tarareado alguna de sus pegadizas canciones, o alguien ha tratado de enseñarnos las notas musicales entonando una de las canciones más icónicas de todos los tiempos y que Julie Andrews popularizó en su emblemático número musical entre las praderas de los Alpes… ¿Recordamos?

 LA FAMILIA VON TRAPP

El guión de la película, donde una díscola novicia llamada María (Julie Andrews) pasa a ser la institutriz de 7 niños, está basada en la verdadera historia de la familia Von Trapp. María fue realmente  María Augusta Kutschera, una joven austriaca que, tras quedar huérfana a temprana edad, ingresó en el convento de Nonnberg. Se rumorea que la verdadera María sufría de continuos cambios de humor, seguramente asociados a un probable trastorno bipolar, y que los verdaderos niños sufrieron su fuerte carácter en numerosas ocasiones, lo que contrasta mucho con la imagen inocente y cándida que se ofrece en la película. Lo cierto es que su difícil comportamiento en el convento, unido a su falta de adaptación, hicieron que su permanencia allí fuera poco menos que insostenible. Se le encomendó entonces la labor de ejercer de institutriz de los sietes hijos del oficial Georg Von Trapp (personaje interpretado por Christopher Plummer en la película), un afamado militar de la I Guerra Mundial que había enviudado tras contraer su esposa la escarlatina.

De menor a mayor, la familia y Andrews al completo.

De menor a mayor, la familia y Andrews al completo.

Y sí, como sucede en la película, María se enamoró perdidamente del oficial y se casó con él, teniendo otros tres hijos que hicieron de la suya una verdadera familia numerosa. Su época de gloria en la residencia familiar de Salzburgo se vio truncada por la bancarrota que sufrió Georg. A pesar de ello, el talento musical de la familia les llevó a realizar numerosas giras, lo que facilitó su huida de Austria hacia Estados Unidos -vía Italia- cuando el Tercer Reich Nazi llega al poder. La familia Von Trapp se instaló definitivamente en EE.UU. donde consiguieron  un gran éxito y donde crearon un campamento musical permanente que hoy ha sido reconvertido en un resort de lujo en las montañas de Stowe (Vermont), regentado por uno de los hijos del matrimonio. Georg falleció de cáncer de pulmón en 1947 y María Von Trapp murió en 1987.

JULIE ANDREWS Y ROBERT WISE

La intérprete británica, que mezclaba a la perfección belleza, frescura y habilidades para el canto, se convirtió en la candidata perfecta para interpretar a María, empujada por su éxito en la película que había protagonizado el año anterior, Mary Poppins, otro clásico entre los clásicos del musical y que le supuso el primer y único Oscar de su carrera. Robert Wise, el director, que venía precedido de su fama tras realizar West Side Story, apostó decididamente por ella a pesar de las rivales que tuvo para encarnar a la inquieta institutriz. Nada menos que la mismísima Audrey Hepburn sonó para hacer el personaje, idea que finalmente no se llevó a cabo por la decisión de 20th Century Fox de contar con Wise como director y no con William Wylder, que fue la primera opción en un principio.

Robert Wise, Christopher Plummer y  Julie Andrews durante el rodaje de 'Sonrisas y Lágrimas'.

Robert Wise, Christopher Plummer y Julie Andrews durante el rodaje de ‘Sonrisas y Lágrimas’.

Personalmente, creo que la participación de Andrews es uno de los principales aciertos de la película, ya que transmite perfectamente la idea central de la misma, una mujer que con su sola fuerza es capaz de transformar por completo a una familia, haciendo de la mansión un lugar lleno de alegría y música donde antes sólo había oscuridad y disciplina. Hay que tener en cuenta la excelencia de la voz de Andrews, una auténtica gozada para los oídos.

LOS OSCARS

Sonrisas y Lágrimas se convirtió rápidamente en un auténtico fenómeno mediático. La popularidad de Julie Andrews se disparó, y aunque finalmente no pudo conseguir la preciada estatuilla ese año (otra Julie, Christie en este caso, se la arrebató), la película se alzó con 5 premios de los 10 a los que optaba (película, director, montaje, sonido y banda sonora). Esta cantidad de Oscars tiene especial importancia si tenemos en cuenta que la gran rival que tuvo la película fue la archiconocida Doctor Zhivago, otro clásico del cine y que fue finalmente derrotada al no conseguir los premios de mayor prestigio.

The Sound of Music, título original de la cinta (y pienso que mucho más apropiado que la traducción española), ha sido una de las películas más rentables de la historia, considerando además el hecho de que se trata de una adaptación de un musical de Broadway, basado en el libro que escribió la propia Maria Von Trapp en 1949 (The Story of the Trapp Family Singers). La película, que había costado 9 millones de dólares, recaudó, en tan sólo cuatro años desde su estreno, la cifra de 115 millones. Según datos que recogen la recaudación acumulada ajustada a la inflación de precios de las entradas de cine y del número total de espectadores (esta es la que no se ajusta), Sonrisas y Lágrimas es la tercera película más taquillera de la historia del cine, sólo por detrás de La guerra de las galaxias y de Lo que el viento se llevó. Ahí es nada.

ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES 

Como ya dijimos antes, la verdadera María Von Trapp no era tan cándida como la María de la película, y el distante y frío Oficial Von Trapp de la cinta no se parecía mucho al auténtico Georg, al que sus propios hijos calificaron como un padre cálido, generoso y abierto que poco tenía que ver con el personaje interpretado por Plummer.

giphy

El mismo Christopher Plummer parece ser que nunca se sintió muy a gusto en su papel y en el ambiente general del rodaje. Cuentan las malas lenguas que siempre renegó de la película, ya que le resultaba del todo empalagosa y edulcorada y que tuvo que refugiarse en la bebida para superar el trago en no pocas ocasiones, habiendo reconocido él mismo que estuvo ebrio en algunas secuencias. El estudio tampoco debió quedar encantado con su capacidad para el canto, ya que fue finalmente doblado. Imagino también que contar con el contrapunto de la voz de Julie Andrews jugó en su contra. Su relación profesional con la intérprete británica parece que no fue mucho mejor y se rumorea que llegó a decir que rodar con la actriz era como “ser golpeado en la cabeza con una tarjeta de San Valentín gigante día tras día”. Nunca se sabrá si esto fue o no cierto, pero recientemente los dos actores se reunieron con motivo de la celebración del cincuenta aniversario del estreno de la película en EE.UU. y la relación parecía cordial.

Julie Andrews y Christopher Plummer, antes y después.

Julie Andrews y Christopher Plummer, antes y después.

En la película, María instruye musicalmente a los niños Von Trapp, que ni siquiera conocen las notas. En realidad, los hijos de la familia tenían grandes conocimientos musicales antes de la llegada de la novicia. La verdadera Maria Von Trapp y dos de sus hijas realizan un pequeño cameo en la película, apareciendo fugazmente bajo uno de los arcos de Salzburgo cuando Maria viaja por primera vez desde el convento hasta la mansión familiar de los Von Trapp.

¿ES SONRISAS Y LÁGRIMAS EL MEJOR MUSICAL DE LA HISTORIA?

Reconociendo el enorme éxito que ha tenido la película, pasando a formar parte de la cultura popular por muchas de sus imágenes, la crítica no ha sido en general tan amable con la cinta, habiendo sido tildada en muchas ocasiones de puritana, ñoña, e incluso aburrida. Cierto es que lo prolongado de su metraje (170 minutos) no la beneficia mucho, y la simplicidad de su historia quizá podría haber dado lugar a una película de mucha menor duración. Pero esto es algo que suele ocurrir con frecuencia en las cintas musicales, donde el deseo de introducir un elevado número de coreografías y canciones, las suele prolongar en exceso.

En todo caso, la película ofrece un carrusel de excelentes canciones, entre las que destaca siempre la gran Julie Andrews, cuya magnífica voz merece siempre que la película sea vista en versión original (algo que se me antoja siempre imprescindible, especialmente en películas musicales). Aunque números como “Do-Re-Mi” o “The Sound of Music” son sin duda los más conocidos, me quedo particularmente con canciones como “I Have Confidence” o “My Favorite Things”, en las cuales Andrews muestra también sus indudables dotes para la comedia.

Amada u odiada, Sonrisas y Lágrimas es sin duda una de esas películas que siempre perduraran en nuestra memoria, que nunca querremos dejar de ver cuando la repongan por televisión y que está situada entre las más populares del género. Personalmente, me quedo con la insuperable obra maestra Cantando bajo la lluvia, otra película cuyas canciones  e imágenes siempre estarán en nuestras retinas durante generaciones. Que el cine siga cantando durante muchos años.

Por David Peñaranda.
@yodigital

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