Nuestro tercer día en Donosti ha dado para mucho. Continua el fantástico ambiente por la ciudad vasca y la múltiple programación de todas las secciones de un festival impecable en su estricta y gran organización.
Comenzamos la jornada viendo Eva no duerme, filme de corte teatral, con largos y en ocasiones anodinos planos secuencia. Su falta de ambición lastra la historia, en la que obvian los detalles escabrosos de la desaparición del cuerpo de Eva Perón años después de su muerte.
Estructurada en tres actos, con un prólogo y un epílogo con fantasmagórica aparición de Gael García Bernal, destaca el esfuerzo de Denis Lavant por mantener su vitola de grandísimo actor. Poco más.
Nuestra siguiente ha sido en el Kursaal, donde hemos visto Desde allá, película venezolana sobre crímenes y homosexualidad que utiliza infinitos silencios y secuencias que rozan lo contemplativo para hablarnos del drama social de los malandros de Caracas y de hombres solitarios abandonados por la empatía y el compromiso emocional.
Compleja de analizar por la decisión del director de ocultar las motivaciones de su protagonista, el filme ha resultado un éxito entre el público presente, que después de la proyección ha podido expresar sus diferentes teorías en respuesta a las preguntas de Lorenzo Vigas.
Tom Hiddlestom, protagonista de High-Rise
Con poco tiempo para comer y contagiados del ansia cinéfila que se cierne por el centro de la ciudad donostiarra, nos preparamos para ver High-Rise, del director británico Ben Wheatley (Kill List, Turistas). Sin ninguna duda una de las películas más controvertidas que se proyectarán en el festival. Futuro distópico, metáforas de la jerarquía social y lucha de clases en un rascacielos. Un reparto admirable con Tom Hiddlestom y Sienna Miller a la cabeza para un largometraje difícil de digerir, entre otras cosas por su desmedida duración.
Y para finalizar el (agradable) atracón asistimos al primer vistazo a El desconocido, la película protagonizada por Luis Tosar y dirigida por el primerizo Dani de la Torre. El filme de de la Torre es un buen thriller sobre bombas y reclamaciones bancarias. Una película de acción con Tosar entregándose a fondo, para variar, y un plantel de secundarios bastante decente. Habrá que seguir de cerca a este director, porque tiene talento y desparpajo. Su ópera es, como pronto podréis comprobar, toda una declaración de potentes intenciones.
Por Javier Gómez y J.M.C.
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