Conéctate con nosotros

Series

Rick y Morty: Desventuras desde la irreverencia

Muy de vez en cuando, el tubo catódico nos espabila las mentes y pone en alerta nuestros sentidos. Los Simpson (The Simpsons, 1989), El Rey de la colina (King of the Hill, 1997), Fururama (2013) y la cumpleañera South Park (1997), que sopla velas este año tras 20 de «sabotaje» a la animación infantil, son ejemplo de un tipo de series dirigidas al público más adulto y crítico con la sociedad contemporánea. Sus contenidos, con un trasfondo nada pacífico, remueven la basura de las estructuras actuales para hacer crítica voraz del comportamiento humano y sus estamentos, quizá, más sucios que nunca. Su manera de disparar desde la pequeña pantalla es ocurrente e implacable, divertida y clarividente, ácida e inevitablemente fascinante. Son genialidades que ya perduran en la memoria de la imagen y el sonido.

Rick y Morty (Rick and Morty, 2013) llega para demostrar que es la heredera más respetable de aquellas joyas. Otro producto punzante y muy inteligente creado por Justin Roiland y Dan Harmon que, inspirándose en los personajes principales de Regreso al futuro, moldean y caricaturizan esa base hasta obtener una nueva premisa: Rick Sánchez y Morty Smith son abuelo y nieto. Conviven en casa junto al resto de la inestable familia, aunque paralelamente los dos viven una serie de desventuras galácticas que, no sólo alteran la tranquilidad de Morty, un personaje de perfil bajo bastante naif , sino que, paradójicamente, refuerzan los lazos con su abuelo Rick, un genio alcohólico y deslenguado, capaz de llevar la ciencia hasta límites insospechados.

Con este hilo conductor, presente en todos los episodios, la serie se mueve con gracia en el género de la ciencia ficción. Sin embargo, esa es sólo la excusa para lanzar todos los dardos envenenados de un guión de lo más hilarante. Rick y Morty reivindica la idea de la inmensidad del universo llevándonos a través de infinitos universos paralelos, a la vez que se mofa muy elocuentemente de la aparente tranquilidad de los Smith, engañoso escaparate de la familia (casi) perfecta dentro de la contradictoria sociedad americana. Es en este sentido donde la serie se regocija con más insistencia: todos los miembros de la familia se preguntan, entre ellos y a sí mismos, por qué están ahí, qué los ha llevado hasta ese punto, mientras abuelo y nieto recorren la galaxia y entran en contacto con vidas que, en la mayoría de ocasiones, ponen del revés las normas autoimpuestas en la Tierra por el irritante e inepto ser humano.

No hay nada gratuito en Rick y Morty. Todos sus personajes tienen unas características determinadas que el guión desarrolla de manera más o menos sustancial. Sobre Morty y el abuelo Rick pibotan todos los argumentos, pero la serie jamás obvia las motivaciones, reflexiones y vivencias del resto. Esta preocupación por evitar simplificar a ningún personaje, enriquece las tramas y la interacción entre las diferentes creaciones a lo largo de toda la serie, además de darle más consistencia a las premisas de cada episodio. Ambas ideas sobre la decadencia del ser humano, vistas desde el núcleo familiar, desde el planeta Tierra o desde otros mundos, marcan el ritmo y preparan el despliegue de inventiva de sus autores.

© Starburns Industries

© Starburns Industries

Esa enorme creatividad de los creadores de Rick y Morty se extiende a lo largo de todos sus capítulos, ya no sólo con ese guión saturado de ocurrencia en sus formas y demoledor en su fondo, sino que influye en el descacharrante diseño de todos y cada uno de los personajes que desfilan a lo largo de las temporadas. Esta virtud puede apreciarse en su cenit cuando las consecuencias de las andanzas de nieto y abuelo afectan de manera directa a los habitantes de nuestro planeta, una especie de metáfora universal que pone de manifiesto eso de que todo lo que hacemos tiene consecuencias. Para hacer tangible lo devastador de algunas de nuestras acciones, Roiland y Harmon nos asombran con sus creaciones animadas, cómicamente simples a veces, mucho más complejas otras.

Es por todas estas cualidades que, Rick y Morty, una serie que en nuestro país ha pasado algo desapercibida, es de obligado visionado. La disfrutarán aquellos que busquen el sarcasmo y la ironía del guión más gamberro e irreverente, aunque también los que gocen con el diseño de personajes y la abundancia de ellos. La creación de Justin Roiland y Dan Harmon sucede a las grandes creaciones pioneras que ya marcaron el estilo de este tipo de productos para la televisión, pero moderniza la propuesta y la lleva hasta un nivel muy destacado de elocuencia y diversión con un batiburrillo explosivo de ideas, conceptos, chistes de mal gusto y declaraciones de guerra al aburrimiento.

Hazte con todas las Novedades --->

Click para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Anuncio

Lo mas vistos

10 cosas sobre Voldemort que quizá no sabías

Reportajes

Hazte con todas las Novedades --->