La vuelta de uno de los grandes directores españoles de los últimos tiempos no ha sido todo lo buena que se esperaba. Alejandro Amenábar, que sorprendiese al mundo con su visión del fenómeno «snuff» con Tésis y que posteriormente sentase las bases del nuevo suspense patrio con Abre los ojos o Los Otros, reaparece en el panorama de la mano de Regresión, un thriller sobre ritos satánicos rodado en inglés que nos ha dejado casi indiferentes.
Protagonizada por Ethan Hawke, Emma Watson y David Thewlis, la película del realizador español compite sin ningún complejo ni inferioridad con varias de las producciones norteamericanas de temática similar vistas durante los últimos años, pero nos queda el sabor agridulce tras ver que Amenábar no ha querido desmelenarse esta vez. Ser el responsable de una filmografía más que interesante, provoca que la crítica y el público eleven el nivel de exigencia. En el mediocre caso de Regresión, el talentoso director se ha quedado a medio camino y nos da la sensación de que todo el material disponible se ha desaprovechado.
Pero ojo, Regresión no es una mala película. Resulta importante hacer hincapié en este aspecto, puesto que el no haber convencido no significa que no tenga sus virtudes, que son varias.
Amenábar rueda con su elegancia habitual y eso puede apreciarse en la mayoría del metraje de Regresión. Algunos de los tramos, sobretodo aquellos que llevan implícito el aspecto más sobrenatural del guión, resultan realmente efectivos. La película logra el objetivo de inquietar en más de una ocasión y es en esos momentos en los que más se identifica al realizador español, ducho en atmósferas y ambientes enrarecidos.
© Universal Pictures
Sin duda alguna, la profesionalidad de Ethan Hawke ayuda en gran medida a la hora de construir un relato verosímil que mira al género terrorífico de soslayo, siendo él mismo uno de los puntos fuertes de la película. El actor norteamericano, que debutó en 1985 gracias a la fantasía de Joe Dante en Exploradores, demuestra con creces sus tablas convertido ya en uno de esos intérpretes que jamás falla delante de la cámara. Un actor sin excesos y sin defectos.
Entonces, si sumamos el buen hacer de Alejandro Amenábar al más que aceptable trabajo de protagonistas y secundarios (atención a David Dencik en su perturbador papel) ¿Qué falla en Regresión? Pues falla su cobardía argumental, su falta de compromiso con el espectador, cierta vulgaridad que nos lleva a lugares comunes y los seis años que Amenábar nos ha tenido esperando expectantes su regreso. Demasiados peros para una vuelta tan esperada. Demasiadas promesas sin cumplir. Poco thriller para tanto director.
Lo mejor: algunos clímax están muy conseguidos. Ethan Hawke.
Lo peor: mucho ruido y pocas nueces.
Por Javier G. Godoy
@blogredrum
