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REDRUM: ¡Nuestras favoritas para la Navidad!

Aquí os dejamos las reseñas de algunos de esos maravillosos clásicos del cine que, casualidad o no, son seña de identidad de la época navideña. Cine de calidad con ese puntito mágico que las hace únicas e irrepetibles. Los redactores de REDRUM os hacemos estas recomendaciones ¡Coged lápiz y papel!

☛ Las favoritas de María Aller  

GREMLINS (Richard Donner, 1984) 

La reiterada frase “Ya no hacen películas de niños como antes” se cumple a rajatabla con este título. El cuento de Gizmo es ya un clásico.
Como los anuncios de colonias o de turrones, estas criaturitas encantadoras son otra de las asiduas visitas que tenemos cada mes de diciembre. Joe Dante firmó una obra que pertenece al grupo de películas de culto para los que fuimos niños en los ochenta, pero que siguen encandilando a las nuevas generaciones.
Un filme que enseñó las tres reglas más populares de la gran pantalla. La historia de estos peluchitos que tornaban a viles diablillos encierra muchas metáforas dentro de una estética ochentera, esa que aquí acompaña a buenas dosis de animaladas y reproches sobre la Navidad.

EDUARDO MANOSTIJERAS (Tim Burton, 1990)

Tim Burton continuaba dando rienda suelta a su filosofía, marcando más la senda hacia su ya conocido universo particular. Su Edward era la personificación del espíritu navideño: rebosaba bondad y amor por todos los costados; ¿Cómo si no iba a ser el protagonista del cuento que contaba la abuela a su nieta?
Además, cual si fueran Rick y Louis de Casablanca, la cinta fue el principio de una gran amistad entre Tim y Johnny, el cual encarnó con maestría a este peculiar Frankenstein.
Así Eduardo Manostijeras, con una Winona Ryder rubia, sus pintorescos personajes, sus casitas en color pastel, sus estatuas de hielo y sus árboles transformados en dinosaurios, mezclado con la varita gótica y mágica del cineasta, se ha convertido en una pieza de culto del cine moderno, que hace ver la nieve con otros ojos. 
  
FELIZ NAVIDAD (Joyeux Noël, 2005)

Un relato antibelicista basado en una anécdota histórica. Muchos verán en este particular “alto el fuego” cierto exceso de almíbar. El sentido de la solidaridad tan típico de las fiestas puede aparecer en cualquier sitio, incluso en el campo de batalla. Aunque se vea un tanto onírico, este episodio fue real –transcurrió en la Primera Guerra Mundial-.
Daniel Brühl y Guillaume Canet encabezaban un perfecto reparto europeo que daban vida a tropas francesas, alemanas y escocesas que en trincheras, en plena Nochebuena de 1914 comparten café, juegan al fútbol y escuchan ópera.
Una narración que bajo un halo comercial deja paso a la reflexión y al sinsentido de la guerra (y a la unidad de Europa). Muy utópica, pero emotiva. Muy dulzona, pero con calidad.



☛ Las favoritas de Lore Pérez 

SOLO EN CASA (Chris Columbus, 1990)
Es una de las primeras pelis que recuerdo, y ya es triste, porque tenía siete añazos y ponerme películas era el remedio casero de mi madre desde que comencé a hablar para intentar que me estuviese quieta y a poder ser callada durante un par de horas al menos. Y con esta lo consiguió. Recuerdo reírme a carcajadas, llorar, sentir dolor en la tripa…qué graciosas las muecas de Pesci, que divertido el rubiales poniéndose hasta arriba de helado mientras veía «Ángeles con caras sucias«. Con el tiempo la he vuelto a ver un montón de veces más, es la típica que ponen tooodas las Navidades y no me cuesta nada verla de principio a fin. Ya no me río tanto, ya veo algún que otro fallo (no es tan buena como creía con siete años), pero el guionista de «Los Goonies» y «Los Gremlins«, Chris Columbus, hizo pleno con esta peli. Es divertida, entrañable, un poco ñoña sí, pero un pícaro tan guapo como Macaulay nos hace tilín a todos y a todas, así que se entiende que recaudase 285 millones de dólares sólo en USA. Y encima está el Joe Pesci de «Casino» y «Uno de los nuestros«, un malo malísimo que en este caso explota su vis cómica y lo borda. Mi peli navideña favorita, decidido.
LOVE ACTUALLY (Richard Curtis, 2003)

Pocas veces se ha visto a tanta estrellita junta como en esta divertida comedia romántica. Desde Hugh Grant a Liam Neeson pasando por Colin Firth, Laura Linney, Keira Knightley y Emma Thompson. Con grandes cameos, escenas divertidísimas y una música excepcional. Todo comienza unas cinco semanas antes de la Navidad, así que todo el mundo en esta peli esta de súper buen rollo, visten de rojo y blanco, cantan villancicos y se quieren. Vaya, que más ñoña imposible, pero lo mismo tiene de ñoña que de divertida y al ser tan navideña pues apetece verla. Eso sí, busca conmover de manera facilona y se pasa forzando algunas historias como el coqueteo del presidente de los EE.UU. con la encargada del catering y enamorada del primer ministro británico…en serio, no hacía falta. Pero bueno, deja un buen sabor de boca a no ser que tengas menos sensibilidad que un plátano y te pasarás el día entero cantando ese temazo inolvidable «I feeling in my fingers…I feeling in my toes…Christmas is all around me…» del genial Billy Mack.


MUJERCITAS (Gilliam Armstrong, 1994)

Durante años fue una de mis pelis favoritas. No sólo la veía en Navidad, también en Semana Santa y demás vacaciones. Tenía la sensación, a mis doce años,  de que necesitaba un montón de tiempo libre para verla. Y resulta que son dos horitas nada más, pero como todo transcurre en ese ambiente tan bucólico y especial, son todas tan monas, tan majas y es todo tan maravilloso a pesar de los pesares, que a mi aquello me parecía una vida entera. La he visto hace poco y reconozco que es una gran historia para verla en esta época y llenarse así de espíritu navideño, de buenas intenciones y buenos sentimientos, de hacer las paces con el de al lado y hacer buenos propósitos…Además hay que reconocer el acierto de su reparto.  Cuenta con un elenco de actrices, con Susan Sarandon y Winona Ryder a la cabeza, estupendas, que son desde luego la gran baza de la cinta que desde mi punto de vista resulta un poco fría, falta de la pasión y el temple que transmite la propia novela. Pero es sin duda más que recomendable para tirarse en el sofá con la batamanta y pasar un rato agradable disfrutando del camino que recorren cuatro niñas hasta convertirse en mujeres. 

☛ Las favoritas de J.M.C. 

JUNGLA DE CRISTAL (John McTiernan, 1988)

O lo que es lo mismo, y sin la creatividad de los distribuidores españoles, «Die Hard», la película que definitivamente elevó a los templos del cine de acción a Bruce Willis. Con el (entonces) gran John McTiernan en la dirección, y Jan de Bont en la fotografía (más tarde dirigiría Speed), John McClane aparece por primera vez en nuestras vidas, un bonito día de Navidad. El argumento es más sencillo que depilarse el entrecejo: un policía de Nueva York viaja a Los Ángeles para pasar las fiestas con su mujer, una ejecutiva de prestigio en la ciudad californiana (el amaneramiento de la costa oeste contra la rudeza del Este). Durante la visita, unos alemanes a los que el espíritu de Papa Noel no ha calado, secuestran el edificio en el que el matrimonio McClane trata de limar las asperezas de su azarosa vida de alcoba.
Una mezcla perfecta de acción que llegaba en el apogeo de los argumentos de Shane Black (Arma Letal), donde un carismático y graciosete protagonista se enfrenta a los peores villanos. Y el de esta cinta es uno de los mejores malos que ha dado el cine americano. El Hans Gruber que compone un magistral Alan Rickman, es el Grinch que viene a llevarse los regalos de los niños bien del Nakatomi Plaza.
Un clasicazo por derecho propio, en el que no hay ni pavos en la mesa, ni regalos debajo del árbol, pero con un ritmo más trepidante que el trineo de Santa pilotado por Felipe Massa.
PLACIDO (Luis García Berlanga, 1961)

No hay Navidad sin Plácido. No Hay en España un ejemplo más claro de lo miserables que nos volvemos en estas fechas, en las que aparcamos nuestras siniestras realidades detrás de buenas y falsas voluntades que tienen más que ver con lo social que con lo personal.
Antes de El Corte Inglés copase los corazones (y bolsillos) de todos los españoles con sus campañas de consumo desmesurado en homenaje al nacimiento de Cristo (catolicismo y capitalismo, dos amigos que de nuevo se encuentran), el régimen franquista fomentaba sus lavados de imagen convocando acciones caritativas. Berlanga, que desayunaba bilis y cenaba ácido, se encarga de abofetear el esperpento que compone una clase pudiente, frente al costumbrismo de los más necesitados. Y en medio de este Belén de corazones  corrompidos y de humor negrísimo, está Plácido, el español medio que solo quiere pagar las letras de su motocarro, mientras pasea la ilusión que está perdiendo, en forma de estrella.
Una de las mejores películas que se ha hecho en nuestro país, que sin hablar de loterías, ni enseñar el potorro de la Verdú, estampó la vileza de este país cuando queremos honrar a Dios.

Cuidado con los polvorones


☛ Las favoritas de Javier Gómez 

LOS GOONIES (Richard Donner, 1985)

¿Cuantas veces seríamos capaces de verla? Lo tiene todo: una pandilla carismática, unos villanos míticos y una banda sonora inolvidable, desde la música de Dave Grusin hasta el temazo que no nos cansamos de oír «The Goonies «R» Good Enough», de Cindie Lauper.
Richard Donner dio en la tecla y, apadrinada por el genio de un Spielberg en todo su esplendor de Rey Midas, la película se ha convertido en un clásico que no falta en nuestras estanterías (o discos duros) y en la programación navideña de las diferentes televisiones. Tal ha sido su calado, que hasta la hemos podido revisionar en el cine en alguna de las ediciones del Phenomena Experience.
El filme está lleno de humor gamberro, frenéticas aventuras y unos personajes que se comen la pantalla y que han dejado escenas y frases para la posteridad (abajo os dejo la confesión de Gordi, histórica). Cuando acabes de verla desearás ser un Goonie.
QUÉ BELLO ES VIVIR (Frank Capra, 1946)
La he recomendado más de una vez pero es que «Qué Bello es Vivir» es el sancta sanctorum de las películas de la Navidad. Un canto al amor, a la esperanza y a las buenas intenciones de la mano de un inspirado Frank Capra y un excepcional James Stewart.
La gran y desaparecida RKO produjo este inolvidable filme que protagonizaron James Stewart y Donna Reed en el año 1946 y que obtuvo 5 nominaciones al Oscar: Película, director, actor (J.Stewart), montaje y sonido, sin conseguir finalmente ninguno de ellos.
Un alegato de esperanza que todas las generaciones hemos podido disfrutar. Un verdadero cuento de Navidad de obligado visionado que, suponemos, se torna irrepetible por su capacidad para emocionar de la manera en que solo lo hacían aquellas películas que ya nos quedan tan lejos. Para ponerla bajo el árbol año tras año.Ver a James Stewart gritando ¡FELIZ NAVIDAD!…inolvidable.
EL DÍA DE LA BESTIA (Álex de la Iglesia, 1995)

Para complementar al cine patrio, una vez señalada la excelencia de «Plácido«, me veo en la obligación de hablar de «El Día de la Bestia«. La segunda película de de la Iglesia fue un torbellino que arrasó en las taquillas del país y, a día de hoy, es una filme de culto que, cada vez que vemos, disfrutamos más. Rebosante de un humor negro que resultaba un soplo de aire fresco para el cine español, la cinta del director de «Acción Mutante» se ambienta en la época navideña, más concrétamente en los días previos y en la propia Nochebuena, donde un cura (Álex Angulo) y un heavy (inolvidable Santiago Segura) se las verán con el mismísimo diablo. Una desterllinante comedia que atrapó a espectadores de todas las edades por su frescura, su descaro y la posibilidad de ver Madrid bajo la esperpéntica amenaza del temido Satanás.
Hala ¡A disfrutarlas!
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