En estos tiempos tan políticamente bochornosos que corren en este país no viene mal ver una película que nos llena de esperanza y optimismo, y en este caso nada mejor que ponerse una joyita del cine periodístico y político de los 70: «Todos los hombres del Presidente«, es decir el Caso Watergate llevado estupendamente al cine e interpretado a las mil maravillas por Dustin Hoffman y Robert Redford como los dos periodistas del Washington Post que destaparon una trama de corrupción (¿a qué me suena?) que acabó con el gobierno y la dimisión de Nixon (sí, dimisión. Sí, basado en hechos reales).
Todo comienza con el asalto a las oficinas Watergate, sede del partido demócrata (en la oposición). A los cinco asaltantes se les encuentra dinero, se les acusa de pinchar teléfonos y se les relaciona con el FBI y la CIA. Además son defendidos por conocidos y prestigiosos abogados. Todo esto levanta las sospechas del periodista del Washington Post encargado de su cobertura, Robert Redford en este caso. Su redactor jefe le acaba dando luz verde para que investigue el caso acompañado de otro de los redactores del periódico (Dustin Hoffman). Y a partir de ahí comienza el espectáculo. Un verdadero trabajo de investigación periodística (de esos que te hacen recordar por qué te matriculaste en la carrera) al más alto nivel, tirando de espías, de chivatos anónimos, jugándose el pellejo, recibiendo llamadas de madrugada, escribiendo a mil por hora intentando no decir y decir a la vez… El trabajo de los dos periodistas, Carl Bernstein y Bob Woodward, destapó el mayor caso de corrupción política de la historia de EE.UU. y su libro relatando los hechos les llevó a conseguir el Pulitzer.
Trasladar toda esta trama al cine, hacer que aunque sea complicada de seguir, se pueda comprender, mantener la tensión en toda la cinta a pesar de que conocemos el final, …es del todo meritorio, así que, nuestro agradecimiento a Alan J. Pakula. El filme recibió 4 Oscar y es una de las grandes representantes de algo parecido a un subgénero, el cine periodístico.
Más que recomendable, debería ser obligatoria para más de uno y de una, al menos para que no duerman tan tranquilos.