Con esta película se batió un récord que sólo alcanzó el «Titanic» de James Cameron muchos años después, y es que obtuvo 14 nominaciones a los Oscar en 1950. Al final se llevó 6, entre ellos mejor película y mejor director para uno de los grandes maestros del cine de todos los tiempos, el nortearmericano de origen judío-alemán Joseph L. Mankiewicz («Cleopatra«, «Julio César«, «Una carta para tres esposas«, «La condesa descalza«, «La huella«…). Mankiewicz se adentraba con esta película en el mundo del teatro de Broadway para mostrar lo que se cuece entre bambalinas, para sacar a la palestra las ambiciones personales y profesionales de las estrellas, para mostrar los senderos que algunos recorren para llegar a lo más alto. Y lo hace con maestría, como el resto de sus películas.
Compone así un filme elegante, perspicaz, cínico y a la vez sincero, sutil y a la vez descarado. Un guión brillante, diálogos ingeniosos e interpretaciones fuera de lo común. Empezando por la gran Bette Davis, con un tremendo papel de Anne Baxter y con el Oscar para el narrador de la historia, George Sanders, el crítico que ve a Eva al desnudo.
Eva Harrington (Anne Baxter) es una joven apasionada del teatro que admira profundamente a Margot Channing (Bette Davis), una actriz veterana ya y una de las más grandes estrellas del Broadway de aquellos años. Noche tras noche Eva acude a la representación de Margot hasta que acaba conociéndola y adentrándose en su círculo personal. A partir de ahí la joven e ingenua Eva empieza a avanzar hacia la cumbre…pisando a quien haga falta. Quizás no era tan ingenua. Esto lo sabemos desde el principio porque como es habitual en el director, la historia se narra a través de un enorme y complejo flashback en el que se nos van presentando a todos los personajes que participan en esta historia. Sabemos los sentimientos que en ellos suscita Eva Harrington desde el principio, lo que hay que descubrir es cómo Eva ha llegado a donde ha llegado. Y con un guión excepcional, un ritmo ágil y una tensión existente durante todo el metraje, se nos va desgranando esta intriga y este drama.
Mankiewicz cuenta con una fotografía excepcional, una historia de lo más interesante, un vestuario de lujo, grandes montadores… todo lo que queráis pero la estructura de la narración es lo que hace que esta película sea una obra maestra. Eso, y las interpretaciones, por supuesto. De Bette Davis poco se puede decir, es una de las mejores actrices de la historia del cine, versátil como casi ninguna y su calidad es indiscutible. Anne Baxter, una jovencita por entonces, deja muy claro el talento que posee y que la postre la convertirá en otra de las damas de la interpretación del cine clásico. En el lado masculino está George Sanders, que obtiene el Oscar por su interpretación del crítico teatral que ve venir a Eva de lejos y hasta hay un pequeño hueco para una Marilyn Monroe que realizaba así uno de sus primeros papeles en una gran producción.
Una película de la que disfrutarán especialmente los amantes de las buenas historias.
El tráiler:
Por Lore Pérez