Desafortunadamente, cada vez que se estrena una comedia en este país nos ocurre lo mismo: tendemos a colgarle etiquetas peyorativas. Siempre solemos resumirlas en su mayoría con que si los estereotipos, que si la simpleza narrativa, que si el humor fácil… Y, normalmente, terminamos rematándolo con una frase tan recurrente cómo, ‘pero te ries’. Porque en el fondo, aunque nos cueste reconocerlo, nos gusta la comedia.
Ahora tenemos una nueva ocasión de disfrutar de ella con el estreno de Es por tu bien (2017), una película fresca, alegre y ágil que nos narra de manera divertida las desavenencias de tres cuñados con sus tres respectivas hijas y sus novios. El film tiene mucho paralelismo con aquel largometraje francés llamado Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? (Qu’est-ce qu’on a fait au Bon Dieu?, 2014), con la diferencia de que allí nos intentaban reflejar en forma de comedia las diferencias culturales entre familias de distintas religiones y aquí lo hacen entre los distintos rangos sociales.
Está dirigida por Carlos Theron de manera solvente y resolutiva, con algunos movimientos y secuencias a cámara lenta, al más puro estilo comedia americana, que le dan un aire fresco a la realización. El guión, escrito a cuatro manos por Manuel Burque y Josep Gatell, es simple pero muy efectivo y sin duda arrancará más de una carcajada a los espectadores, lo cual a día de hoy en las salas es bastante difícil de conseguir. Aunque, lo más destacable del texto, es la manera que tienen los guionistas de mostrarnos cómo nos movemos por prejuicios y nos cuesta a aceptar a las personas tal y como son, sin tan siquiera llegar a conocerlas.
En cuanto a la parte interpretativa, poco se puede decir de un elenco formado por tres ganadores del Goya que están sublimes en sus papeles y cuya química entre ellos sustenta la película. Roberto Álamo, que como es habitual en cada película nos sorprende, aquí vuelve a hacerlo en el rol de un padre exaltado en el que está especialmente divertido. A Javier Cámara estamos más acostumbrados a verlo en papeles cómicos cómo este, lo cual no le resta merito, y, como siempre, resuelve su interpretación con soltura y mucha naturalidad a la hora de interpretar a un padre bonachón. Tal vez, lo más sorprendente y destacable tal vez sea comprobar lo bien que se mueve José Coronado dentro de esta comedia, género el cual suele tocar en contadas ocasiones y por el que debería dejarse ver algo más.
En conclusión, Es por tu bien resulta una película divertida y con ritmo que da al espectador justo lo que nos está ofreciendo, que no es otra cosa que pasar un buen rato y reírse de los problemas y los prejuicios que tanto pueden exprimirse en un arte como el cine. Por tanto, rompamos una lanza por la comedia española, el género más criticado pero a su vez más rentable de nuestro país. Porque queramos o no, la comedia va en nuestros genes y aunque nos cueste reconocerlo, la disfrutamos todos.
Lo mejor: la química entre sus tres protagonistas.
Lo peor: el escaso desarrollo de los personajes secundarios.
Por David Areces
