Como no podía ser de otra manera, también seguimos la tradición seleccionando las que, para nosotros, son las peores o más decepcionantes películas del año. Quizá esta lista sea más fácil de hacer que la de las mejores, ya que por suerte a nuestra cartelera llegan cosas más aceptables que muy malas. Aún así, seguramente estéis de acuerdo con nosotros en que las películas de las que os hablaremos a continuación no merecerían haber ocupado un lugar en nuestros cines. Nunca mais.
Insurgente (The Divergent Series: Insurgent, Robert Schwentke)
Heredera de los múltiples defectos de su precursora, la segunda entrega de la marca blanca de Los juegos del hambre carece de trama o emoción algunas, desperdiciando el buen trabajo de Shailene Woodley.
50 sombras de Grey (Fifty Shades of Grey, Sam Taylor-Johnson)
Con todo el respeto a las fans de la saga, esta película es el horror se coja por donde se coja. Guion de risa, malas actuaciones, mensaje implícito sexista (como la obra original) y con lagunas por todas partes pese a los millones de presupuesto y la promoción incluida.
Mortdecai (Mortdecai, David Koepp)
Un quiero y no puedo de Wes Anderson que más que gracia provoca vergüenza ajena. La peor de las producciones en las que se involucraron Johnny Depp y Gwyneth Paltrow.
Black Mass: Estrictamente criminal (Black Mass, Scott Cooper)
Con un reparto con Johnny Depp, una historia de mafia, y un presupuesto de los de “tomaloquequierasquepagalaempresa”, no puedes hacer un película tan aburrida, tan predecible, con un protagonista ridículo, y unos secundarios abrumados por la baja calidad de sus papeles. Un cero.
Chappie (Chappie, Neill Blomkamp)
Desde que fue injustamente encumbrado por Distrito 9, Neill Blomkamp ha ido demostrado su nulo talento como cineasta (y se encarga del nuevo Alien…). Otra nueva y ridícula incursión en el mundo de la ciencia ficción con robots sentimentales de por medio. Un desastre de principio a fin.
Blackhat (Blackhat, Michael Mann)
Que a Michael Mann cada vez le interesa más el tratamiento de la imagen (con excelentes resultados) y menos contar historias es algo que está más que claro, pero eso no justifica el hecho de que el guión de su último film lo haya escrito un chimpancé oligofrénico. Una pena.
Rey gitano (Juanma Bajo Ulloa)
Repetir viejas fórmulas solo le sirve a Bertin Osborne, pero a Bajo Ulloa y a Karra elejalde parece que se les olvida. Nunca volverán a hacer un Airbag, y así ha quedado demostrado con esta ridícula y simple ¿comedia? No está en primer lugar por ese milagro llamado Manuel Manquiña.
The interview (The interview, Evan Goldberg y Seth Rogen)
Tanta polémica con la filtración, la censura, el personaje del dictador….para ofrecernos una película de adolescentes, y encima sin Seann William Scott. Ni el presupuesto ni sus estrellas arreglan que no haya sido solo un chiste con gracia.
Terminator Génesis (Terminator Genisys, Alan Taylor)
El enésimo regreso al mundo que creó James Cameron allá por 1984 es una caricatura de lo que vivimos con las dos maravillosas primeras partes. Si en El juicio final la película conseguía convertirse en un hito de la ciencia ficción revolucionando la manera de hacer realidad personajes que jamás habríamos soñado, en Terminator Génesis hay una mofa consciente de todo ello a base de guiños ridículos y la más estúpida colección de chascarrillos escupidos por la arrugada boca de un T-800 que chochea. Además, ver a la achuchable Daenerys de la Tormenta como Sarah Connor no ayuda en absoluto.
Negocios con resaca (Unfinished Business, Ken Scott)
Ni su encantador trío de actores salva de la quema este film sobre emprendedores que se pasan de la ralla. La película es una sucesión de gags que, salvo tramos muy concretos, ni son graciosos ni ocurrentes. Sus vicisitudes como empresarios por la vieja Europa no cuelan.
Por Javier G. Godoy, J.M.C., María Aller, Juan Roures y Jose Antonio Bracero
