En este análisis de aquellos que aspiran a llevarse es premio al que muchos le restan importancia pero que todos (insistimos, todos) ansían, llega el turno de los candidatos a Mejor Guion Adaptado. En este caso, el favorito no está realmente claro. Del mismo modo que algunos se empeñan en obviar el guion de una película, el guion adaptado atraviesa esa fase en la que la complicación que supone llevar una historia literaria a la gran pantalla parece totalmente invisible. Y no, querido lector. El guion es tan relevante como cualquier otro elemento.
Emma Donoghue por La habitación
A favor: Donoghue es la autora del libro en el que esta película se basa, lo que supone un aliciente para que no se pierda esa esencia que muchas veces desaparece cuando una historia se traslada al cine. Lo cierto es que La habitación ha convertido el relato en una película tan válida como la expectación que ha provocado.
En contra: La división en dos actos tan dispares provoca, inevitablemente, que el primero sea infinitamente más válido que el segundo. Este es problema básico de un largometraje cuyo guion maltrata su esencia según avanza la trama.
Adam McKay y Charles Randolph por La gran apuesta
A favor: Michael Lewis escribió esta historia, pero el modo en que estos dos guionistas trasladan el fondo de la crisis resulta altamente atractiva. El modo de abordar infinidad de términos y cuestiones económicas es la forma más válida de hacer que el público no pierda el interés en un relato que utiliza el humor de la forma más que acertada.
En contra: La manera de acercarse a esa crisis que casi acabó con el mundo puede hacer que el espectador piense más en su propia crisis que en lo que la gran pantalla le ofrece. En ciertas ocasiones, es inevitable encontrar alguna dificultad a la hora de abordar el tema en cuestión.
Phyllis Nagy por Carol
A favor: Si hay algo que Nagy es capaz de reflejar en Carol es una elegancia y un sutileza que poco se ha encontrado en los últimos tiempos en el cine. Lo cierto es que es un guion en el que la circularidad de la historia viene a ejercer esa característica que tantas veces se echa de menos: la sencillez y la clarividencia de una historia compleja.
En contra: Puede tratarse del mejor guion adaptado entre los nominados y, sin embargo, que Carol no se encuentre como candidata en las categorías de Mejor Película y Mejor Director, lo que hace que sus posibilidades de victoria sean bastante reducidas.
Nick Hornby por Brooklyn
A favor: El talento de Hornby para la literatura (y para el guion, sea dicho de paso) es de sobra conocido. Y en Brooklyn demuestra de nuevo que su forma de entender una historia dramática es, quizá, la manera más inteligente de llevar a una joven irlandesa al Nueva York del pasado.
En contra: La historia puede ser interesante, pero la forma de plantear el guion no lo es. El efecto empalagoso y poco sorprendente es, quizá, el problema principal que tiene una fácil solución que según parece Hornby no ha encontrado.
Drew Goddard por Marte
A favor: Andy Weir concibió la historia del astronauta más divertido que ha conocido el espacio desde que George Clooney volaba en Gravity. Y, no nos engañemos, funciona perfectamente. El guion no deja escapar ese interés que en más de dos horas de duración muchos no han sabido mantener y Goddard ha encontrado esa solución mágica para que el tiempo que pasa en la pantalla un solo personaje no sea un absoluto aburrimiento.
En contra: ¿Cuántas veces es necesario salvar a Matt Damon en el cine? ¿Cuántos términos técnicos totalmente desconocidos para el público es necesario introducir en un guion para que aquel que no sea científico se pierda una y otra vez?
Por Sheyla López
@SheylaLdelRio
