El problema de una película como Money Monster es que no tiene muy claro lo que nos quiere contar, y claro, la apuesta queda un tanto vacía y sin alma; entiendo que, por una parte, quieres criticar a un sistema económico injusto y nada igualitario, pero, por otro lado, los mismos a los que vas a criticar son aquellos que te producen el film. Ese es el principal obstáculo de la película: no tomar una posición definida. Se nota una importante falta de convicción en la narración, se echa de menos sentir el valor de querer hacer una crítica descarnada de este mundo bursátil capitalista que arrasa con todo, que te lleva por delante. Tiene momentos de humor pero falta sátira, quiere ser un drama pero le falta verdad. Es entonces cuando el guión de la película se torna intrascendente y en exceso ligero, pasando por encima de lo que de verdad importa.
Money Monster nos cuenta la historia de Lee Gates (George Clooney) un presentador de televisión especializado en información económica y su directora (Julia Roberts) en una mañana de viernes donde son secuestrados por un perdedor (Jack O’Connell) que por fiarse de Gates ha perdido todo su dinero.
Y es que falta mala leche en el trabajo de Clooney. Cuesta por momentos creerse que ese señor está secuestrado y su vida corre peligro y este aspecto es el gran defecto de la película: le falta credibilidad. Ya sabemos que cuando el viejo George se ríe de sí mismo y tira de ironía se transmuta en Cary Grant, pero falta el convencimiento de un guión sólido y la trascendente profundidad del tema que se maneja. Junto a él un voluntarioso O’Connell y una correcta Julia Roberts, a los que les hace falta un texto más pulido y una apuesta clara y definida en sus personajes.
En definitiva, Money Monster es un film que no pasa de ser entretenido porque a su directora, la últimamente dedicada a la dirección tanto de filmes como de series, Jodie Foster, le falta el valor de criticar y ajusticiar al sistema y acaba buscando un villano lo que le da un tono naif y aburguesado. Una pena, ya que ha perdido la oportunidad de decirles a esos señores oscuros que manejan los hilos un buen par de cosas.
Lo mejor: Clooney presentando el programa.
Lo peor: le falta de veracidad en ciertos tramos del metraje.