Christopher Nolan por Dunkerque (Dunkirk)
A favor: La ambiciosa producción del cineasta británico le ha valido su primera nominación al Oscar en esta categoría. Con un gran despliegue de medios formales, la operación de rescate de los soldados británicos en las playas de Dunkerque se convierte en una epopeya bélica donde los alardes técnicos adquieren todo el protagonismo. Sin duda, una producción tan grandilocuente como efectista.
En contra: Quizá la ausencia de personajes perfilados (a excepción de la trama protagonizada por Mark Rylance) despoja el conjunto de un aspecto emocional que repercute en el resultado final, una cinta bélica sin alma.
Jordan Peele por Déjame Salir (Get Out)
A favor: La gran hazaña de este debutante reside en emplear los códigos del cine de género para construir una comedia negra más próxima a la sátira social (interracial), donde el suspense queda descartado en pos de una realidad incómoda que mostrar. Tan inquietante como certera, la cinta no ha dejado indiferente ni a la crítica ni al público.
En contra: A pesar de irrumpir con fuerza en las nominaciones (compite en grandes categorías: película, dirección, guion original y actor principal), la carrera de Peele está empezando a despegar, por lo que se podría considerar precipitado premiar su primer (y magnífico) trabajo.
Greta Gerwig por Lady Bird
A favor: Resulta complicado no pensar en las repercusiones que el movimiento #MeToo haya podido tener en la nominación de esta directora (tan solo cinco mujeres han estado entre los candidatos al Oscar a Mejor Dirección). Dejando a un lado el factor político, el valor cinematográfico de la cinta se encuentra en la capacidad de la cineasta por construir un relato con una sutil puesta en escena modesta en sus formas y cuyo punto fuerte es la interpretación de Saoirse Ronan.
En contra: La cinta destaca sobre todo por su guion e interpretación, siendo además una historia perfectamente reconocible de desconcierto adolescente. La sencillez formal no suele ser el elemento decisivo de una Academia que termina premiando obras mucho más ambiciosas.
Paul Thomas Anderson por El hilo invisible (Phantom Thread)
A favor: Único de los nominados que repite en esta categoría, la precisión y solidez de su último largometraje permiten situarle con cierta seguridad más cerca que el resto de alzarse con la estatuilla. Al igual que su protagonista (un inmejorable Daniel Day-Lewis), el cineasta no da una puntada sin hilo: una rigurosa puesta en escena que, lejos de asfixiar el relato, permite ahondar en las obsesiones y perversiones de sus personajes.
En contra: Su ausencia en categorías como guion, montaje o fotografía, evidencian que la cinta no ha terminado de entusiasmar a los académicos.
Guillermo del Toro por La forma del agua (The Shape of Water)
A favor: Con 13 nominaciones la cinta del realizador mexicano es la que se postula como favorita, incluso perteneciendo a un género pocas veces ganador (aunque sí reconocido), el de la fantasía. Este cuento de hadas goza de toda la imaginería del universo que Del Toro ha ido componiendo a lo largo de su filmografía: una especie de sci-fi de serie B que mezcla el noir y espionaje ruso, y deja espacio para el musical clásico y el drama social. Toda una lección de cine.
En contra: En plena efervescencia polémica de un Hollywood patas arriba, ser demandado por plagio justo en mitad del proceso de votación puede afectar al veredicto final.