Conéctate con nosotros

Lore Pérez

Los Miserables: ¿La gran tapada?

Para alguien a quien le gustan las historias reales, cotidianas, sencillas y a la vez profundas, un musical no es lo más apetecible, pero al César lo que es del César, «Los Miserables» es una superproducción que atrapa, conmueve, divierte y hace que dos horas y media pasen volando. Pero es sobre todo una película creada para el lucimiento de sus estrellas, todas ellas geniales. Anne Hathaway, Amanda Seyfried, Eddie Redmayne, Hugh Jackman y sobre todo Russell Crowe (siento debilidad por el Gladiator australiano), están enormes interpretando a unos personajes atormentados  que viven en una Francia de principios del siglo XIX a la que se acercan de nuevo aires revolucionarios.

El resto del elenco contribuye a crear una obra redonda a la que sólo han puesto pegas algunos puristas de la obra de Víctor Hugo (novela en la que está basada el musical que lleva años arrasando en Broadway y la película). Helena Bonham Carter, que no se estrena en los musicales precisamente y Sacha Baron Cohen ponen el punto cómico a la película. Ochos nominaciones a los Oscar, entre ellas Mejor Película y Mejor actor principal para Hugh Jackman, son prueba de que Tom Hooper, el director,  no lo ha hecho nada mal.
Sorprendente. Creo que es uno de los adjetivos que más le van a esta película. Nunca había imaginado a la Hathaway de bodrios como “Guerra de novias” sobrecogiéndome en algunos de los primeros “planazos” que nos regala la película. Tampoco me imaginaba a Hugh Jackman con el portento de voz que tiene ofreciendo un registro totalmente diferente al que nos tiene acostumbrados, conmoviéndonos con su sufrimiento, levantando admiración por su coraje, pero sobre todo sorprendiéndonos con su mirada. Russell Crowe, el rudo perseguidor de Jackman ofrece otra interpretación excepcional con un poderío de voz alucinante y una serenidad en su interpretación que dejaron helada a una servidora. La dulce Amanda Seyfried, también se luce en la película junto a su compañero Eddie Redmayne, los dos rostros menos conocidos, quizás las apuestas más difíciles para el director, pero un acierto al final.

Si me paro en describir el trabajo actoral es porque creo que lo merecen, son la gran baza de la película tanto para ir a verla, como para salir satisfecho del cine. El resto es la adaptación del musical al cine, con todos los problemas que ello plantea y Hooper sale más que airoso de ello. Cuenta con una fotografía excelente y un ritmo y un montaje que hace que la trama y su intriga avancen al mismo tiempo sin que el interés decaiga en ningún momento. Una gran obra con un mérito técnico excepcional. Independientemente de los gustos de cada uno hay que reconocerle el trabajo realizado a Hooper, que vuelve a acertar como hace unos años con «El discurso del Rey«. ¿Opinará igual la Academia? ¡Más de una estatuilla les caerá!

Por Lore Pérez

Hazte con todas las Novedades --->

Click para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Anuncio

Lo mas vistos

10 cosas sobre Voldemort que quizá no sabías

Reportajes

Hazte con todas las Novedades --->