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Críticas

La Gran Estafa Americana: Viaje a los 70 con el último mago de Hollywood

Uno de los hombres del momento en Hollywood es sin duda David O. Russell, el director de esta gran cinta que, junto a «Gravity«, acapara el mayor número de nominaciones a los Oscar (10 en total y entre ellas las más importantes). El polifacético director ha pasado en no mucho tiempo de dirigir películas que se encasillaban dentro del cine independiente como «Tres Reyes» o «Extrañas coincidencias»  a dar el campanazo con «The Fighter« y sobretodo el año pasado con «El lado bueno de las cosas«.

Parece que el cine comercial no se le resiste a este seguidor de Scorsese que con «La Gran estafa americana» ha creado una película entretenida, inteligente y divertida que cuenta con el que, seguramente, sea el mejor elenco que haya aparecido en una película en este último año. Y además, basada en un hecho real, la operación Abscam.

© 2013 Sony Pictures

Viajamos a los años 70 con Amy Adams, Bradley Cooper, Jennifer Lawrence y un irreconocible Christian Bale. Bale es Irving, un timador que ve su negocio aumentar de manera exponencial cuando conoce a la guapísma Sydney (Adams), que además de su socia será también su amante. Pero Bale está infelizmente casado con Jennifer Lawrence, y ha adoptado al hijo de esta. Esta situación, evidentemente, le dará algún que otro dolor de cabeza. Pero nada tan complicado como cuando Cooper se acerca a su oficina para solicitar un préstamo. Cuando Irving y Sydney se lo van a conceder, el FBI. Cooper es Richie Dimasso, un agente federal muy ambicioso que propone a la pareja un trato: la justicia será benévola con ellos si le ayudan a destapar a todo político corrupto que se cruce en su camino. El primer objetivo, el alcalde de Camden, Nueva Jersey, Carmine Polito, magníficamente interpretado por Jeremy Renner.

Arranca así una historia narrada con un estilo muy Scorsese, tanto estructural como visualmente hablando. Continuas trampas en el guión, diálogos ingeniosos y sugerentes, conflictos que estallan en el lugar más inoportuno, celos, envidias, pasiones, amores, conspiraciones… Una película inteligente, vibrante y dinámica que recrea a la perfección la década de los tupés, los pantalones de campana y la música discotequera mientras que rinde un homenaje al cine de mafiosos (comedidos, eso sí), con la aparición estelar de Robert De Niro, que a pesar de su breve participación se hace el dueño de la pantalla.

© 2013 Sony Pictures

El director adora a sus actores (de hecho Cooper y Lawrence repiten con él) y deja que estos se luzcan en escenas de enorme dramatismo y tensión. Lo bordan los cuatro principales (todos nominados al Oscar), Bale demuestra que es un camaleón, Amy Adams que quizás es una de las mejores actrices del momento, Bradley que no es sólo un guaperas con suerte y Lawrence que su prometedora carrera no ha hecho más que comenzar. El encuentro entre estas dos pedazo de actrices es uno de los grandes momentos de la película. Y es que la película es una montaña rusa de emociones con un final muy bien atado. Entretenimiento de enorme calidad con un elenco perfecto.

Lo mejor: El elenco, que en muchas ocasiones improvisa sus diálogos de manera espectacular. 
Lo peor: El final, si uno sigue atento el desarrollo de la trama, no es del todo sorprendente.

Por Lore Pérez

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