Conéctate con nosotros

Cine norteamericano

Juego de armas: Granujas S.A.

Inspirándose en un artículo real de la revista Rolling Stone llamado The Guns & The Dudes nos llega la última cinta de Todd Phillips, Juego de armas (War Dogs) con la que consigue su película, en opinión del que escribe, más divertida pero también la más sólida en cuanto a historia y trama. En Juego de armas Phillips también ejerce de guionista –de hecho es una de sus vocaciones- y productor, asociándose con su compañero y amigo Bradley Cooper que se reserva uno de esos secundarios que son clave en las historias además de lo más disfrutable en algunas películas.

Los films del director norteamericano siempre han estado marcados por pertenecer al género de comedia hilarante y desenfrenada, tal es el caso de películas de adolescentes como Road Trip, sin demasiado recorrido e interés, con el remake de la serie de los setenta Starsky & Hutcho con la que comenzó a hacerse un nombre: la trilogía The Hangover, aquí llamada Resacón en Las Vegas  (y sus secuelas) donde dio el campanazo; con la primera de ellas recaudó más de 400 millones de dólares y pasó a convertirse en el “niño mimado” de la comedia USA. Había mucho interés en ver que podía hacer con una historia más adulta o con un fondo más duro u oscuro y aquí está la respuesta.

War Dogs, en su título original, nos cuenta la historia de dos amigos interpretados por Jonah Hill y Miles Teller que se reúnen después de años sin verse, que acabarán asociándose para convertirse en traficantes de armas internacionales y colocarle un pedido de 300 millones al mismísimo Pentágono. Phillips consigue su cinta más adulta pero también la más divertida y cínica llena de escenas muy potentes y con mucha mala leche. Tratando un tema tan serio como el contrabando de armas consigue que te lo pases como un enano pero sin olvidar nunca el trasfondo. Para ello, se apoya en la pareja protagonista que son una especie de Didí y Gogo de Esperando a Godot pero pasados por hierba y, en el caso de Jonah Hill, también por prostitutas y coca. Hill y Teller –ojo a este chaval que después de Whiplash se puede comer el mundo- están perfectos en sus personajes de moral laxa y capaces de inventar cualquier historia para acabar vendiéndole piedras al diablo. Y es precisamente un acierto del film no juzgar a los personajes; hacen pasta gansa de cualquier forma, salen, se compran cochazos, se divierten (nos divierten) y también las pasan canutas con sus andanzas al más alto nivel. Durante todo el metraje, la película mantiene un ritmo altísimo, aderezado con un sentido del humor muy ácido cuya acción y carga de tragicomedia se apoya en una banda sonora de altura que encaja perfectamente a la hora de complementar la fuerza de la historia.

Juego de armas es la película más molona del verano por desvergonzada y cínica, pero además de ser pura diversión, por momentos es comedia y otras es casi una emocionante película de espionaje. Esta es una muy buena opción para pasar un gran rato con una historia con fondo, porque ver a estos dos canallas es bastante más divertido que los conflictos de ciertos superhéroes traumados o remakes innecesarios mil veces vistos.

Lo mejor: Jonah Hill y Miles Teller.

Lo peor: algún personaje secundario queda desdibujado.

Por Javier Gadea
@Javichul
Hazte con todas las Novedades --->

Click para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Anuncio

Lo mas vistos

10 cosas sobre Voldemort que quizá no sabías

Reportajes

Hazte con todas las Novedades --->