Contaba hace poco Begoña Gómez Urzaiz que la comedia romántica está en crisis. ¿Es cada vez este cine menos creíble? ¿El público está cansado de tanto azúcar?
El género ha tenido adeptos siempre, aunque puede que la idea del amor entre el público está menos idealizada. Estos títulos entretienen pero han hecho mella en el sexo femenino, aportando píldoras para seguir creyendo que a nosotras, cual Meg Ryan, Jennifer Aniston, o Amanda Seyfried nos iba a llegar ese príncipe azul. Pero claro, nos hemos criado con un complemento alimenticio más potente: Disney ¡Cuánto daño han hecho esas hadas y esos finales felices!
Sin embargo, unas buenas lecciones de pragmatismo en la gran pantalla en vez de tanta cursilería le hubieran servido a más de una. Porque en la vida real los ramos de rosas, los encuentros fortuitos y las citas en Central Park se sustituyen a menudo por penurias y decepciones.
Puede que la crisis en la que vive el primer mundo haya hecho mella también en las love stories: En los últimos años Disney ha cambiado su esquema argumentativo y el amor es más duro – Supera los primeros diez minutos de “Up” si puedes-. Y parece que a la gente le saturan las almibaradas “Querido John” o “El diario de Noa”.
Las llamadas historias de amor “indies” siempre han estado allí para bajarnos de las nubes y volvernos más terrenales. No quiero desprestigiar a la comedia romántica, receta indispensable y necesaria a pequeñas dosis; pero si tengo que elegir, sin lugar a dudas, me quedo con la despedida de Scarlett y Murray en Tokiosabiendo que no se volverán a ver, que con la divertida boda final entre Aniston y Sandler.
Stockholm
Como dice Sorogoyen, “el amor ya no es lo que era”; y bien que lo plasma en el argumento de su última película, un encuentro chico-chica durante una noche. Una verdadera joya.
Ayer no termina nunca
Prepárate si vas a verla, porque vas a sufrir más que con muchos dramas. Y efectivamente, es una historia de amor.
La saga Linklater: Antes del Amanecer, Antes del atardecer, Antes del anochecer
Revolutionary Road
Buscando el beso de medianoche
El anterior título de Winding Refn trata muchas cosas, pero la historia amorosa está más que dentro de los esquemas del cine independiente: joven madre modosita conoce a un misterioso chico. Historia breve, pero con beso mítico.
500 días juntos