En la pasada edición del Festival de Cine de San Sebastián, tuve la ocasión de hablar con el director de Gloria, Sebastián Lelio. Cuando describió a su protagonista, el cineasta señaló que esta mujer -una divorciada de 58 años con hijos independizados- sería un personaje secundario en cualquier otra película. Y qué razón llevaba.
Que me perdonen aquellos y aquellas que dicen que celebrar el día de la mujer es ya una primera desigualdad. No les quito la razón, pero es que desgraciadamente las injusticias siguen vigentes y no sólo en el tercer mundo. En los países desarrollados todavía los hombres gozan de más derechos y las mujeres tienen más responsabilidades.
El cine no se libra de ello. Los roles de héroe o ejecutivo triunfador sigue perteneciendo al sexo masculino mientras que ellas (muchas veces segmentadas en sumisas y pecadoras) se limitan a ser subordinadas a superiores, objetos sexuales y cariñosas acompañantes. Por no hablar de que ellos se pueden permitir ser menos agraciados y más mayores que sus compañeras.
El público celebra títulos de directores de renombre que pese a ser grandes artistas, nadie les quita el calificativo de misóginos, bien sean estos licenciados en Filosofía, de familias italoamericanas, o aficionados al jazz.
Afortunadamente las cosas avanzan, y los estereotipos se van entremezclando. No hay más que ver los ejemplos de la factoría Disney: nótese la diferencia entre las melifluas Blancanieves y Cenicienta frente a las impetuosas Jasmine o Rapunzel, o la gran Merida de Brave. Pero falta mucho por hacer, tanto dentro y fuera de la pantalla. Si nosotras en la vida real no sólo lloramos, amamos y sufrimos, sino que también vencemos, follamos y disfrutamos, el celuloide debería plasmarlo más a menudo. También podemos ser heroínas e imperfectas; y a cualquier edad, no hasta los treinta y tantos. Exactamente como ellos.
Cierto es que todo cambia, y como ejemplo, aquí hay varios títulos más que recomendables que tratan de poner en el mismo nivel a ambos sexos. Aún queda un trecho para alcanzar la igualdad. Mientras, yo espero ver en el cine menos Bridgets Jones y más lobas de Wall Street (sin que nadie se escandalice más que con el que ha hecho Di Caprio).
THELMA Y LOUISE (Ridley Scott, 1991)
Si Scott ya nos presentó a la Teniente Ripley con anterioridad, en 1991 nos dio a conocer a estas dos amigas destinadas a protagonizar esta road movie. Y porque no tenían otra salida. Obra ya de culto. Nunca la amistad se personificó tan bien.
BESTIAS DEL SUR SALVAJE (Benh Zeitlin, 2012)
Las niñas ya no quieren ser princesas… Ahora son muy autosuficientes, van despeinadas y mugrientas. Benh Zeitlin firmaba una primicia con un estilo perroflauta y pinceladas mágicas con una mocosa como protagonista que hace un año se midió con Jessica Chastain, Jennifer Lawrence, Emmanuelle Riva y Naomi Watts. Nunca una criatura de tan corta edad encandiló tanto.
LAS FLORES DE LA GUERRA (Zhang Yimou, 2011)
Parecía que iba a ser Christian Bale el protector de las niñas y de las prostitutas reunidas en esa iglesia; sin embargo podían habérselas apañado muy bien sin él. Masacre de Nanking aparte, después de ver esta película cualquiera puede tener sus dudas sobre cuál es el sexo débil de verdad. Zhang Yimou firmaba esta producción con mimo y un alto presupuesto hollywoodiense. Nunca la estúpida frase “las chicas son malas entre ellas” se resquebrajó tanto.
ERIN BROCKOVICH (Steven Soderbergh, 2000)
Podría pasar por un telefilme si no es por obra y gracia de Julia Roberts. Una trama sobre la lucha por hacer justicia contra un gigante supuestamente indestructible. Gran actuación de la actriz. Nunca América estuvo tan orgullosa de su novia.
LOS PUENTES DE MADISON (Clint Eastwood, 1995)
Clint Eastwood puede ser muchas cosas, pero desde luego es bastante igualitario en sus cintas. Para muestra su Francesca, un ama de casa de Iowa condenada a una anodina y típica vida dentro de un mundo muy limitado que le marca la sociedad. Y con cuarenta y tantos años, el destino le deparó un descubrimiento: el amor de verdad. Nunca un semáforo dio tanto juego; una historia romántica de alta calidad.
LAS MUJERES DE VERDAD TIENEN CURVAS (Patricia Cardoso, 2002)
Un sencillo relato que habla de Ana, una chica que se impone ante las viejas tradiciones en su familia. La película enseña el día a día de esta joven que sueña con ir con la universidad más que con adelgazar para encontrar un buen marido. Los conflictos por choques culturales entre generaciones eran los protagonistas del argumento. Nunca a la celulitis se la defendió con tanta razón.
GLORIA (Sebastián Lelio, 2012)
Qué estupenda está Paulina García en este homenaje a toda una generación de mujeres. Fuerte e independiente, esta mujer se enfrenta al mundo, porque tenga la edad que tenga, ella se lo quiere seguir comiendo. Nunca la canción de Umberto Tozzi tuvo tanto significado como en el final de esta cinta.
PERSEPOLIS (Marjane Satrapi, Vincent Paronnaud, 2007)
Diarios sugerentes en el celuloide ha habido unos cuantos: Forrest Gump, Benjamin Button, o el de Marjane Satrapi, una luchadora dentro de un mundo intolerante. Nunca el blanco y negro fue tan expresivo dentro de la animación. Entera y en castellano pinchando aquí.
Por María Aller
Hazte con todas las Novedades --->