El director norteamericano Spike Jonze vuelve a sorprendernos con «Her«, una película sobre cómo podríamos encontrar el amor (¿verdadero?) a partir de esas aplicaciones instaladas en ordenadores, tabletas o teléfonos inteligentes, que inundan nuestras vidas desde el momento en el que nos despertamos hasta que nos dejamos caer sobre los brazos de Morfeo (algunos incluso interrumpen un plácido sueño por ver quién coño ha enviado un mensaje a esas horas)
De sobra conocida su habilidad como realizador, Jonze es uno de esos directores que rara vez aburre al espectador, tanto por su creatividad como por su capacidad en lo visual, habilidad que explota en los largometrajes tras iniciarse en el mundo del videoclip, donde ya mostró su enorme talento.
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| © Warner Bros |
«Her» relata la historia de Theodore (Joaquin Phoenix), un escritor que, tras la ruptura con su novia (Rooney Mara), se ha vuelto solitario y, en cierta manera, algo esquivo con su entorno. Tras una fallida cita a ciegas e influido por un anuncio que habla de un aplicación informática que, en forma de sistema operativo, puede establecer una relación intuitiva con el usuario, Theodore comienza un romance con Samantha, una voz angelical a la que da vida una acertadísima Scarlett Johansson.
Muchos de vosotros, al leer esta sinopsis, os habréis dado cuenta de que el género al que pertenece el filme es ciencia ficción, pero no estaréis seguros de si es pura, es decir, que algunos podremos ver en esta historia una verdad más cercana de lo que, quizá, querríamos en realidad. Theodore podríamos ser cualquiera y, encontrar algo como un sistema operativo inteligente que interactúa con nosotros en momentos de debilidad sentimental, se convertiría en una vía de escape hasta el momento en que volviese alguien importante a nuestras vidas. El problema sería enamorarnos de esa entidad virtual que nos dora la píldora y nos quiere hacer el amor.
Con todo y con esto, «Her» consigue hacernos empatizar con el personaje de Phoenix sin mucho esfuerzo. Esa originalidad visual, que Jonze expresa y da forma creando una Los Ángeles futurista donde los hombres visten pantalones con el tiro más largo jamás visto y la informática aplicada en la sociedad no parece tener límites, es solo una manera de introducir al espectador en la historia sirviéndonos a Theodore en bandeja de plata. Vaselina en forma de hipnóticos escenarios gracias a un brillante diseño de producción, para que el visionado fluya sin coágulos antes del verdadero entuerto emocional.
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| © Warner Bros |
Joaquin Phoenix vuelve a dar un recital interpretativo protagonizando la cinta, así que todo va sobre ruedas hasta que irrumpe el personaje de Scarlett Johansson que, y lo comprobaréis, eleva la cota de calidad justo en el momento necesario, cuando quizá más lo necesita el elegante y pausado ritmo de la película. La actriz presta su voz para interpretar a Samantha y muestra una capacidad enorme para transmitir las sensaciones que el papel requería, y todo esto sin que la veamos en fotograma alguno. La química entre ambos personajes es total, por lo que sus conversaciones se vuelven uno de los grandes atractivos del filme. Los secundarios que acaban de impulsar el largometraje son Amy Adams o Rooney Mara, a las que es imposible sacar algún defecto, tanto por sus bellezas diferentes pero embaucadoras, como por el talento que han demostrado en trabajos anteriores.
«Her» opta a un Oscar por su guión y ya recibió el Globo de Oro, por méritos propios. Es una película completa por muchos motivos y se convierte en uno de los acontecimientos más felices del panorama cinematográfico que, en ocasiones, adolece de este tipo de cine intimista capaz de hacerse un hueco entre los premios que acumulan los grandes estudios. En esta ocasión, Spike Jonze envuelve su producto en papel dorado, y nos ofrece la que es, para el que escribe, una de sus cintas más acertadas.
Lo Mejor: La química entre Phoenix y Johansson.
Lo Peor: La segunda mitad pierde parte del encanto.
Por Javier Gómez
