Se acerca esa fecha en la que los norteamericanos, poseídos por ese espíritu erótico-festivo tan característico, se disponen a celebrar la noche de Halloween. Conocida de sobra esta jarana por los que tantas películas con calabazas hemos visto a lo largo del tiempo, hemos acabado por adoptar en España (y cada vez en más partes del mundo) algo de lo visto y oído en tierras de Obama. Nos está gustando eso de disfrazarnos de zombies, fantasmas o monstruos de la Hammer, pero nos falta (creo) eso de que nuestros pequeños vayan gritando lo de «truco o trato» de casa en casa. A ver si los críos se animan.
Como lo que no queremos es volver al manido ranking de clásicos para esta fecha tan señalada, vamos a intentar obviar a los Freddy, Jason, Myers o al cabrón del gancho de Sé lo que hicisteis el último verano, para recomendaros alguna otra película de temática terrorífica que quizá no hayáis visto o no conozcáis. Siempre es bueno renovar lo ya revisado del género más controvertido pero agradecido de todas las categorías cinematográficas por excelencia.
Javier G. Godoy recomienda… LAKE MUNGO (Joel Anderson, 2008)
El cine australiano deja sus regalitos de vez en cuando, como a veces, si no te has portado mal, los deja Santa Claus o los queridos Reyes Magos. En esta ocasión fue Lake Mungo, un largometraje humilde que resulta de lo más inquietante. Eso sí, nunca se estrenó en España, así que no queda otra que buscarla en las plataformas de VOD o, hablemos en plata, en alguna de las webs de descarga o visionado online. Es lo que hay.
Lake Mungo es un falso documental sobre la desaparición de una joven, la aceptación de la desgracia por parte de su familia y los inquietantes hechos y descubrimientos posteriores. Imágenes perturbadoras, buenas interpretaciones, un montaje muy aceptable que evita todo efectismo barato y la siempre oportuna y sutil música, trabajan juntos para completar un filme muy interesante desde la perspectiva del agotado amante del género de fantasmas. Escalofriante.
María Aller recomienda… LA MANO QUE MECE LA CUNA (Curtis Hanson, 1992)
De primeras no es una película en la que se piense cuando se menciona el género de terror. Pero si se ve con once años, como fue mi caso, es otro cantar. Da miedo, y mucho. Por un lado la ambientación, porque no hay mejor panorama que la normalidad para que se asuste más al personal. Por otro, el suspense: esos inhaladores vacíos crean mucha tensión. El final está llevado como un buen thriller merece. Y por otro, la actriz escogida: una carita angelical capaz de hacer gestos escalofriantes. Qué pena que Rebecca de Mornay no haya sido tan aprovechada posteriormente.
Jose Antonio Bracero recomienda… EL MÁS ALLÁ (Masaki Kobayashi, 1964)
Seguramente el terror haya cambiado mucho desde el estreno de esta película, pero sin duda nos encontramos ante una de las propuestas entorno a historias de fantasmas más impresionantes que haya dado el Séptimo Arte, todo un despliegue técnico de puesta en escena, encuadre e iluminación (con un uso del color apabullante) totalmente rompedor para su época, que consigue como resultado una de las atmósferas más inquietantes que servidor recuerda en pantalla. Todo un logro del cineasta nipón (uno más en su filmografía) que si bien puede no contentar a los aficionados actuales al género, sin duda dejará con la boca abierta a más de uno.
David Peñaranda recomienda… BABADOOK (Jennifer Kent, 2014)
Tremendo debut de la actriz, escritora y directora australiana Jennifer Kent, en esta cinta de terror psicológico que hará las delicias de aquellos amantes del género dispuestos a verse sorprendidos por algo más que sangre y oscuridad. Babadook asusta (y mucho), pero contiene los suficientes elementos para hacerla diferente en un tipo de cine que suele ser de sota, caballo y rey.
Magníficas interpretaciones, fantástica dirección y excelente sonido en esta historia de una madre traumatizada que vive atrapada con su único hijo en una casa que podría ser la tuya o la mía, y donde un extraño libro desatará el peor de los miedos. No os la perdáis.
Lore Pérez recomienda… LA MUJER PANTERA (Jacques Tourneur, 1942)
El genial Jacques Tourneur, el director de la maravillosa Retorno al pasado, es también el responsable de esta inquietante película estrenada en 1942. El filme, con un presupuesto de solo 140.000 dólares de la época, combina drama, terror, suspense y romance, y lo hace jugando magistralmente con la ambigüedad tanto argumental como la que consigue con los juegos de cambio de perspectiva, luces y sombras que nos hacen estar siempre agarrados al cojín.
Oliver e Irena se conocen en un zoo y se enamoran. En el banquete de boda se presenta una mujer que afirma ser pariente de Irena, y a partir de ahí todo cambia, Irena se convierte en otra persona, el “mal” acecha, pero no sabemos a qué se debe y eso nos dejará sin respiración en más de una ocasión. Excelente opción para vivir una noche terrorífica y diferente.
Alberto Sierra recomienda… LA MOSCA (Kurt Neumann. 1958)
No tenía ni diez años, era un sábado de verano y veíamos mi hermano y yo “Alucine”, un programa semanal donde programaban películas de terror. Nunca he vuelto a ver esa versión de La Mosca. Años más tarde vi la de Cronenberg que también me impactó pero la primera película era distinta. Su estilo teatral y su temática, que recordaba a Frankenstein o al Jekyll y Hyde, la hacían diferente a todo lo que había visto por entonces. Como en una pesadilla, tan sólo puedo recordar a día de hoy algunas escenas que posiblemente mi cerebro habrá vuelto a construir, pero lo cierto es que desde aquella noche tengo una fuerte repulsión por los insectos.
Juan Roures recomienda… ONIBABA (Kaneto Shindô, 1964)
Diabólico e inquietante, este drama sobrenatural presenta a dos mujeres (madre y esposa de un guerrero ausente) en el Japón feudal del siglo XIV. Lejos de esperar el regreso del hombre amado con lágrimas en los ojos y paciencia en el corazón, ambas sobreviven asesinando a soldados extraviados en unos sinuosos campos de arroz de sobrecogedora belleza. Pese a evitar la violencia explícita, la cinta resulta tenebrosa por la combinación de lúgubre ambientación y fantasmagóricas interpretaciones, a la par que propone una dura reflexión sobre la triste historia del país nipón, clave para comprender su próspera producción de cine de terror.
Pablo Parrila recomienda… TRUCO O TRATO (Michael Dougherty, 2007)
Ibtissem Chikaoui recomienda… CREEP (Christopher Smith, 2004)
¿Qué harías si te encontraras atrapado dentro de las profundidades del metro en medio de la noche? Esto precisamente es lo que le ocurre a Kate (Franka Potente) quien, de camino a casa, decide coger el metro. Mientras espera el último se queda dormida. Al despertarse, no hay nadie y todas las salidas están cerradas. De repente, aparece un vagón vació, se sube en él. El convoy se detiene en mitad del túnel y su vagón queda a oscuras.
Para ser su primera película, el británico Christopher Smith nos ofrece un buen thriller dirigido de manera muy válida, en el que explota con inteligencia los decorados del filme. Esta virtud proporciona una atmósfera escalofriante y angustiosa. El trabajo de la actriz Franka Potente es muy convincente, siendo un placer volver a rememorar su talento como sprinter (Corre Lola, corre, 1998).