La favorita (The Favourite), de Deborah Davis y Tony McNamara
A favor: Ambientado en una época clásica, pero con estruendosos detalles contemporáneos, el guion de la favorita entremezcla la complejidad de un juego de estrategia emocional entre tres personajes que parecen guiados por sus instintos hacia el cumplimiento de todos y cada uno de los pecados capitales. El arco dramático de cada personaje resulta exponencial y el colapso es inminente en cada plano, aportando diálogos y escenas brillantes que las actrices protagonistas son capaces de alzar hasta el éxtasis. Tiene además la ventaja de haber destacado ya ante sus principales competidoras recibiendo el Bafta en esta categoría.
En contra: La complejidad del trenzado principal es muchísimo más robusta que las pequeñas sub-tramas que aparecen, quedando éstas bastante deslucidas. Además, su trama no es muy habitual y esto podría jugar en su contra si los académicos deciden premiar un título más accesible y cercano al Hollywood recurrente como el resto de nominados.
El reverendo (First Reformed), de Paul Schrader
A favor: Si bien es cierto que los guiones de Paul Schrader han sufrido altibajos durante su carrera, no podemos decir que sus trabajos hayan perdido interés desde que firmó obras tan consagradas como Taxi Driver (1976) o Toro salvaje (Raging Bull, 1980). Es habitual encontrar en sus escritos un denominador común centrado en la agonía existencialista de sus protagonistas, la expiación de la culpa y algún mensaje global de profundo calado, en este caso ligeramente anti-belicista y con una marcada conciencia medioambiental. Durante el metraje de El reverendo las conversaciones del texto transcienden la pantalla planteando dilemas éticos y reflexionando sobre la soledad, el remordimiento o el reflejo social contemporáneo. El balance de todos los complejos campos que es capaz de sostener lanza una resolución en forma de continuo interrogante en boca del reverendo Toller, cuyas palabras consiguen mayor recorrido gracias a la pulcra interpretación de Ethan Hawke (injustamente olvidado en las nominaciones).
En contra: La contemporaneidad de su mensaje en favor de la consciencia ecologista ante las políticas medioambientales de la era Trump puede ser un arma de doble filo al salirse de los raíles establecidos e incomodar a buena parte de la sociedad norteamericana. Tampoco juega en su favor la consecuente frialdad que muestra el film en deliberados momentos para ahondar en sus reflexiones; nunca superfluas, siempre bien hiladas, pero que pueden ser comprensiblemente cargantes para quien busque mayor agilidad en los guiones.
Green Book, de Brian Hayes Currie, Peter Farrelly y Nick Vallelonga
A favor: Ya ha superado a sus principales contrincantes en los Globos de Oro, anunciando el inicio del gran recorrido que está disfrutando la comedia más compacta de la carrera del director Peter Farrelly. El guion, aunque cargado de tópicos y estructurado igual que otras decenas de títulos anteriores, consigue salvarse del abismo simplón de clichés rancios y revitalizar los pilares del feel-good movie divirtiendo a la vez que relata una historia de lucha, identidad y compromiso. Sus textos no descubren ningún mundo inexplorado, pero es lo suficientemente inteligente como para dibujar un nuevo punto de vista alegre y accesible partiendo de unos personajes antagónicos destinados al equilibrio. Es, entre todas las nominadas, la película que más revisitaremos en el futuro: pura alma de clásico contemporáneo.
En contra: No es ningún pecado disfrutar de una película tan jovial, pero es muy fácil tener la sensación de haber visto ya todo lo que cuenta. Su acierto está en la frescura -no en la sorpresa- y eso precisamente no le falta. Es difícil que se le escape la estatuilla a este trío de guionistas con un componente de lujo: ¿les suena el apellido de Nick Vallelonga? Sin duda, su padre estaría orgulloso de su trabajo.
Roma, de Alfonso Cuarón
A favor: Se nutre del recuerdo, no la nostalgia; relata con naturalidad, se aleja del maniqueísmos y sensiblería para abrazar la consciencia y respeto; fluye sin aparente transcendencia, pero con un gran calado que la convertirá en inmortal; es capaz de hablar de lo personal, hacernos partícipes de lo íntimo, y, sin embargo, no olvida exponer el contexto englobando la faceta más humanista del realizador. Roma es un todo, aunque parezca que no hable de nada.
En contra: Green Book es jovialidad refrescante y comprometida, muy suculenta para llevarse el premio, incluso La favorita puede dar la sorpresa, también sería merecida; sin embargo, quizás su principal punto de flaqueza sea que algunos no vean más allá de su aparente sencillez, que piensen que la película no relata nada, y su guion sea vacío. Opinión respetable que puede jugar en contra de la cinta: la opinión del que suscribe estas líneas es completamente opuesta.
El vicio del poder (Vice), de Adam McKay
A favor: Adam McKay ya demostró comprender a la perfección que la comedia es una de las formas más atractivas para la reafirmación de la torpeza humana en el guion adaptado de La gran apuesta (The Big Short, 2015): un texto que le valió su primer eunuco dorado. El gran punto fuerte de su nuevo título es conseguir que su guion juegue al mismo tiempo en el campo del rigor documental y la tragicomedia satírica y amoral de la representación política que orquesta la estructura de la película, al igual que estructuró el cauce socio-político del país más potente del mundo.
En contra: Enfrentarse a este tipo de comedias puede generar rechazo a algunos académicos más conservadores que sean incapaces de ver más allá de la sátira. Además, es de sobra conocido lo sumamente complejo que resulta premiar a comedias más macarras en estos casos, donde siempre nos olvidamos de lo difícil que es conseguir muecas de sonrisas mientras se pretende despertar una alerta social. Por otro lado, de sobra es conocida la potencia de sus contrincantes, un hecho que por sí mismo podría acercarnos al rotundo veredicto.
Por Carlos Durango
