La gran enfermedad del amor (The Big Sick), de Emily V. Gordon y Kumail Nanjiani
A favor: Que dentro de un género tan defenestrado como la comedia romántica aun haya espacio para creaciones frescas y originales. Espontánea y sorprendente, en la línea de trabajos que ya han sido premiados en el pasado, especialmente los grandes clásicos de Woody Allen, alguien a quien a pesar de las críticas que arrecian, ha influido en varios de los nominados de este año como veremos más adelante.
En contra: A pesar de su frescura no deja de ser una película que se ha visto en diferentes ocasiones, con más presupuesto. Se olvida igual que te divierte. Sobre todo tiene en contra que sus rivales, en líneas generales, son mejores.
Déjame salir (Get Out), de Jordan Peele
A favor: Moverse con la misma brillantez en la comedia, en el retrato social y en el thriller psicológico. Una mirada original, nueva, fresca y de éxito unánime. Un guion casi perfecto que avanza cronológicamente dotando a la película del año de una atmosfera identificable e irrespirable, con un misterio sin patinazos ni estridencias, sin ninguna concesión, lo que hace de la película y el guion el favorito del que suscribe. El retrato poliédrico de un reparto masivo, manejado de forma sublime, que recuerda a La Comunidad (2000) de Alex de la Iglesia o La semilla del diablo (Rosemary’s baby 1968) de Polanski.
En contra: Como le pasa a La enfermedad… su mayor crítica es que compite con tres pesos pesados ante los que tendrá difícil vencer.
La forma del agua (The Shape of Water), de Guillermo Del Toro
A favor: Romántica, imaginativa, sentimental, deudora de los clásicos de aventuras, homenaje a lo mejor del cine romántico de los 50, su genial y evidente crítica de los valores de la era Trump (el racismo, la incomprensión hacia el alienado…). Impecable en la construcción de los personajes y de situaciones. En contra de lo que puede ocurre con la mayoría de filmes de Guillermo Del Toro, no pierde su interés en ningún momento.
En contra: Querer abarcar muchos discursos. Su historia de fantasía no gusta a todos los públicos, cuando además la crítica a un tipo de pensamiento es tan evidente, se sabe que levantará ampollas a muchos de los que tendrán que votarla.
Lady Bird, de Greta Gerwig
A favor: Estar firmado por la nueva niña bonita de Hollywood. Gerwig ya es uno de los caracteres más asentados de la Meca del cine, y su influencia tras sus últimos éxitos es evidente. Guion de corte independiente, en el que la construcción de su protagonista (dimensionado por el excelente trabajo de Saoirse Ronan) ayuda a hacerlo inolvidable. En el año del escándalo Weinstein y del #Metoo, que una dinamitera como Greta Gerwig se haga con la estatuilla tendría mucha lógica, con más razón cuando firma este guion naturalista, transparente y de un alto calado emocional con el que el espectador empatiza con facilidad independientemente de su género. De nuevo un guion y un filme que bebe de las inagotables fuentes del maestro Woody Allen.
En contra: El guion recuerda intensamente a otras obras de Gerwig, como Frances Ha (2012), a pesar la diferencia de edad de sus protagonistas. Aunque los diálogos son brillantes, y la historia que quiere contar su directora es reconocible, es de lejos la más floja de las que este año están nominadas, siguiendo algunos patrones clásicos, que es precisamente con lo que rompen sus rivales.
Tres anuncios en las afueras (Three Billboards Outside Ebbing, Missouri), de Martin McDonagh
A favor: La absoluta favorita para hacerse con el Oscar tiene muchos argumentos de su parte: el retrato perfecto de tantos y tan dispares personajes, el McGuffin del crimen como excusa para mostrarnos las relaciones podridas de una comunidad de la América profunda, con un personaje femenino fortísimo, una comisaría de policía con la que Freud podría escribir varios estudios, un equilibrio entre la violencia y el humor que hiela la sangre y la risa del espectador de forma magistral. La palabra POTENTE se queda corta para describir la crudeza y genialidad del guion de Tres anuncios en las afueras.
En contra: Cuesta pensar que en una obra tan bien escrita se hayan dejado de lado algunas motivaciones de muchos de los personajes. Además, Martin McDonagh crea hasta un par de momentos forzadísimos, de esos que dejan un rumor en el ambiente de la sala de cine y que siempre ayudan al amigo hater a decir de esta genial película que sí, pero….