Confieso que los últimos días del festival han sido difíciles. Parece que, después de un tiempo, los ojos alcanzan un umbral de saturación estética. Godard decía que iba tanto al cine que acababa viendo las películas como “rushes” antes del montaje. Es quizás de esta forma como relato estos últimos días de visionados.
Jueves 22: A Woman, Tori y Lokita y Walk Up
El día se ha presentado difícil con A Woman (Sección oficial), del director Wang Chao, una película que funciona como interesante testimonio de la vida de una mujer en la China comunista de la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, a la película le cuesta encontrar ritmo, y ahoga su interesante temática en una suma de diálogos a menudo aburridos e incidentales. Una premisa adecuada que termina en una decepcionante película.
El gran placer del día llega con un encuentro cara a cara con la última película de los hermanos Dardenne, Tori y Lokita (Perlas). Una película sin pretensiones y perfectamente dominada, que consigue subvertir delicadamente la forma de testimonio sociopolítico mediante el uso de los códigos del thriller. Los hermanos Dardenne exponen la vida de dos refugiados en Bélgica, que se hacen pasar por hermano y hermana ante las autoridades. La película controla perfectamente el montaje para aumentar la intensidad narrativa, sin dejar nunca espacio a lo superfluo o sensacionalista. La conclusión no cae en ningún registro ingenuo o falsamente optimista, los hermanos Dardenne consiguen transmitir un mensaje político amplio y abierto en el que cada uno puede sacar sus propias conclusiones. La historia expone muy bien el espesor de una intensa relación afectiva contra la que no puede persistir seriamente ninguna concepción preestablecida por la cultura, el estado de derecho o incluso los prejuicios generales. Tori y Lokita es sin duda una de las mejores películas del festival.
Por último, el día terminó para mí con la ira que me despertó la película de Hong Sangsoo, Walk Up (Sección oficial), una obra extremadamente egocéntrica que no muestra nada más que los eternos problemas existenciales que los autores tienen con ellos mismos. Incapaz de problematizar este malestar, no ofrece ninguna reflexión ni sobre el contenido ni sobre la forma propuesta. La película puede describirse simplemente como una serie de largos planos secuencia fijos y un mal montaje que casi me hizo dormir. Es la mía una opinión minoritaria, tal y como he comprobado al intercambiar opiniones con muchos de los colegas que me rodean, pero me resulta imposible seguir siendo complaciente con el narcisismo y la poca exigencia que este tipo de cine lleva consigo.
Viernes 24: La piel pulpo y Meet Me in the Bathroom
En otro registro, La piel pulpo (Horizontes Latinos) fue un interesante descubrimiento del festival, aunque sin embargo un tanto insípido. El principal problema de la película es el empeño en el uso de la fotografía como fetiche, una obsesión por la imagen bella que a veces resulta abstrusa y poco interesante. La historia es la de una niña salvaje que quiere escapar de su isla desierta y de su familia, una historia bastante clásica, pero a la que la película da vida correctamente. Si bien el desarrollo nos permite disfrutar de la atmósfera de la película y de lo que propone, en ningún momento consigue finalizar plenamente sus propuestas cinematográficas.
Por último, también fui a ver mi único documental del festival, Meet Me in the Bathroom (Zabaltegi-Tabakalera) dirigido por Dylan Southern y Will Lovelace. Este trabajo recorre la trayectoria de grupos de rock icónicos de la década de los 2000 como The Strokes, LCD Soundystem y Yeah Yeah Yeahs. La película consigue hábilmente alejarse del simple documental musical para captar el tono de una época y una generación. El documental sigue siendo agradable de ver e informativo, pero en ningún momento (y no lo pretende) propone una forma particularmente nueva. Una película recomendable, sin embargo, ya que sigue siendo un documento muy relevante para entender la historia contemporánea y el rock de los últimos años.
Sábado 25: Manto de gemas
El último día del festival he terminado con Manto de gemas (Zabaltegi-Tabakalera). La película ofrece un panorama de la vida de la población mexicana en torno al terror de las desapariciones. Una película aburrida y a veces difícil de entender. No aporta gran cosa a la descripción o reflexión de la problemática, salvo darle publicidad. Algunas buenas ideas de dirección son rápidamente destruidas por un montaje complicado de seguir. En conclusión, una película irrelevante, lo que siempre es una pena cuando se propone denunciar un tema de tanta gravedad.
Conclusión
Tras más de una cuarentena de películas vistas, llega el momento de hacer balance y señalar lo más valioso, a mi juicio, que he podido ver en esta 70 edición del Zinemaldia. Sin duda, las dos obras maestras del festival son R.M.N, de Cristian Mungiu, y la sublime Godland, de Hlynur Pálmason. Dos películas que hacen honor a la disciplina, obras que de diferentes maneras hacen hablar a las propias imágenes y consiguen no caer nunca en el simple teatro cinematográfico. Hay que venerar a este tipo de trabajos que hace que las formas exigentes sean accesibles al público. Estas películas son también portadoras de un discurso inteligente y certero sobre el presente, que, lejos de «estatizar la política», consiguen realmente «politizar la estética» (Walter Benjamin, la obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica). En ambos filmes las representaciones y los imaginarios se ven alterados por una verdadera práctica cinematográfica, y uno no puede quedar indemne después de este tipo de películas. Mungiu, Pálmason, gracias.
Palmarés
Concha de Oro a Mejor Película: ‘Los reyes del mundo’, de Laura Mora
Concha de Plata a la Mejor Dirección: Genki Kawamura por ‘A hundred flowers’
Concha de Plata a Mejor Interpretación Principal: Carla Quílez por ‘La maternal’ y Paul Kircher por ‘Le Lycéen’
Concha de Plata a Mejor Interpretación de Reparto: Renata Lerman por ‘El suplente’
Premio Especial del Jurado: ‘Runner’ de Marian Mathias
Premio del Jurado a Mejor Guion: Dong Yun Zhou y Wang Chao por ‘A woman’
Premio del Jurado a Mejor Fotografía: Manuel Abramovich por ‘Pornomelancolía’
Premio Nuev@s Director@s: ‘Fifi’, de Jeanne Aslan y Paul Saintillan
Mencion Especial Nuev@s Director»s: ‘On either sides of the pond’
Premio Horizontes: ‘Tengo sueños eléctricos’, de Valentina Maurel
Premio Zabaltegi: ‘Godland’, de Hlynur Pálmason
Premio del público: ‘Argentina 1985’, de Santiago Mitre
Premio del público a la mejor película europea: ‘As Bestas’, de Rodrigo Sorogoyen
Premio Irizar al cine vasco: ‘Maixa
Premio Nest: ‘Montaña azul’
Premio Nest (Mención especial): ‘Anabase’
Premio Feroz Zinemaldia: ‘Los reyes del mundo’
