Parece que corren vientos nuevos en la comedia americana. Esta película es la prueba de ello. Los dos protagonistas de la misma, Josh Gad y Kevin Hart, se convierten en la moderna pareja chiflada del momento. Uno representa al perfecto pillo, un vividor sin escrúpulos que se ha hecho rico a costa de las desgracias de los demás, el otro al contrario es el típico fracasado sin amigos y vida social que las únicas fiestas que ha visto han sido en la televisión. Los dos, tras la hora y media que dura la película, se darán cuenta que ya no pueden vivir el uno sin el otro ¡Será el comienzo de una bella amistad!
Jeremy Garelick, que ya había participado en alguna comedia anterior, está familiarizado con el género y cambia algunos detalles de modelos anteriores dándoles un nuevo giro que hace que parezcan ligeramente innovadores. Esta vez la historia no trata de falsos invitados de boda, consejeros de ligues o colegas improvisados, sino que la historia se centra en un padrino de boda alquilado.
Parece que los enlaces matrimoniales dan mucho juego y en las comedias mucho más. No faltarán las despedidas de soltero destroy, las comidas con los suegros o los deportes de riesgo con la familia de la novia, sin olvidarnos de los estúpidos bailes preboda.
Aunque el film recae en los tópicos de siempre, sorprende con algunos gags visuales que ya quedarán para la historia como el incidente con la abuela, la alocada huida de la policía en una furgoneta al más estilo camarote de los hermanos Marx o el escatológico episodio con un perro. Parece que sigue de moda jugar con animales en las fiestas como ya se pudo ver en alguna película de los ochenta como Despedida de soltero y el gag del burro atiborrado de pastillas. La mascota de Algo pasa con Mary de los hermanos Farrelly tiene digno sucesor.
La música contribuye al tono jocoso de todo el metraje aportando algunos temas de rabiosa actualidad mezclados con otros de corte más antiguo. El cóctel funciona a las mil maravillas, sacándonos una sonrisa en más de una ocasión. Las pretensiones de la película no son muy altas y es por ello que las cumple sin mucho esfuerzo, superando en ocasiones la nota media de los largos de este género desternillante y gamberro. Pretende entretenernos y lo consigue de la forma más simple y sencilla posible. Eso es digno de elogio tal y como están últimamente estos tiempos faltos de alegrías.
Lo mejor: es una comedia y cumple a la perfección con su objetivo de hacernos reír.
Lo peor: no somos Rappel pero sabemos lo que va a pasar en muchas ocasiones.
Por Pablo Parrila.
@humusus
