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Javier G. Godoy

El Árbol de la Vida: La polémica poesía de Malick

Está claro:hay que ir a verla.

Había oído y leído de todo los días anteriores a que acudiese al cine,opiniones para todos los gustos,de todos los colores,críticos de todos los países y pareceres de gente conocida (o no).Como os digo,la variedad es absoluta…pero lo llamativo es que,cuando el comentario era negativo,era radical.-Vaya ¿cómo puede parecerles tan mala?- me preguntaba yo.

Algo no me cuadraba de aquellas impresiones y es que, una Palma de Oro en Cannes (el mejor festival de Cine del mundo) no es pecata minuta.Las películas premiadas a lo largo de su historia han podido ser mejores o peores,más o menos polémicas,pero malas…muy,muy difícil.

Acudí a la sala con la mente muy abierta,esperando ver un espectáculo visual y una historia con fuerza,avivada la idea por la posibilidad de presenciar la manera en que Malick (soy fan de La Delgada Línea Roja) habría rodado el principio del Universo (del planeta Tierra,en concreto) alternado esto con el drama de una familia de clase media norteamericana.Las buenas referencias sobre la interpretación de Brad Pitt y del resto del casting de actores (aunque Sean Penn aparece mucho menos de lo que imaginaba) me estimulaba aun más.

Entonces ¿qué es lo que vi? Pues vi una película diferente,distinta en muchos sentidos,que nos demuestra que Terrence Malick es un director tan peculiar como su corta filmografía (un director que está considerado uno de los grandes de nuestro tiempo y el cabronazo ha hecho 5 películas) Creo que ha dado una lección de cine en toda regla.A pesar de los momentos más confusos y de las múltiples metáforas que parece tener la película y que,en un primer momento,son difíciles de entender,pienso que el film tiene un sentido absoluto.

He leído que en algunos cines que proyectaban El Árbol de la Vida,si abandonabas la sala antes de la media hora,te daban una entrada para otra diferente…me parece una absoluta genialidad,así que,para el espabilado al que se le ocurriese la idea: amplía la lista y aplica la alternativa para el 50% de lo que nos llega a las carteleras durante el año…si tienes cojones.

Al contrario de lo que pensaba,el drama de la familia como epicentro del guión,se desarrolla de forma lineal y sin saltos extraños en el tiempo (salvo las necesarias referencias al presente,donde vemos a Sean Penn) y la voz en off no es molesta en ningún momento.Nunca he visto un retrato tan fiel de la infancia,aquí el director se extiende,se recrea cámara en mano plasmándola magistralmente consiguiendo que las interpretaciones rebosen naturalidad (los niños están excepcionales) La evolución del núcleo familiar,con la estructura típica de muchas casas por aquel entonces en Estados Unidos, me parece portentosa,incluso en algunos momentos puede parecer documental (quizá es algo que haya molestado a muchos) además, la interacción entre los miembros del hogar,con la figura paterna como eje principal,proporciona momentos de una intensidad demoledora.

Ahora bien,existe una parte más difícil de digerir,instantes que quizá puedan resultar algo tediosos e inconexos con la trama principal.Quizá esos paréntesis doten a la película de un sutil surrealismo que para algunos podrían ser el desencadenante de un producto total descompensado.Quiero destacar aquí que no comparto ese parecer pero que sí soy consciente de que estas escenas pierden toda posible objetividad,por lo que a uno le quedan ganas de poder preguntarle a Malick el porqué de las mismas.Sería enormemente interesante saber el significado de algunas de ellas.


Un poco fuera de ese misticismo escénico están las impresionantes fotografías en movimiento que nos regala el director para mostrarnos el origen de nuestro planeta,una sucesión de cuadros maravillosos de increíble realismo (maquetas y trucos de fotografía son la clave) acompañadas por la impresionante banda sonora del considerado mejor compositor de Cine del momento:Alexandre Desplat.

En definitiva,uno puede hacerse mil y una preguntas sobre muchos aspectos de esta obra,surgen dudas y es normal que el espectador que las tiene (todos,supongo) pueda sentirse «estafado» al salir del cine pero quizá sea necesario enfocar el visionado desde un punto de vista global,donde quizá sí,la película adquiere mucho más sentido.Es la vida,desde dentro,muy dentro y desde fuera,muy fuera.

Yo le doy mi visto bueno (las personas que me acompañaron,también).Decidme vosotros.

Por Javier Gómez

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