Se acerca el día de la madre y tanto Sandy (Jennifer Aniston) divorciada y con dos hijos, Miranda (Julia Roberts) soltera y aparentemente sin hijos, Jesse (Kate Hudson) felizmente casada y madre de un niño pequeño, como Bradley (Jason Sudekis) viudo y con dos hijas adolescentes, lo van a tener que encarar desde sus diferentes perspectivas y familias.
Esta cinta no dejaría de ser una tv movie si no fuera por las estrellas que forman su reparto coral, incluso en los papeles secundarios. Es una comedia bien intencionada sobre la familia, el ser hijo, el ser padre, y sobre todo ser madre. Quiere mostrar todo tipo de familia, pero siempre desde lo políticamente correcto: la hermana de Kate Hudson está casada con una mujer y tienen un hijo, y además la madre de estas dos hermanas es una racista y homófoba del sur norteamericano más profundo, pero la quieren aunque insulte al marido de origen indio de una, y no apruebe “el estilo” de vida de la otra. Todo esto sin ningún proceso, todo se perdona, de un día para otro la madre lo acepta por completo. Eso sí, esta madre es la grandísima Margo Martindale, ganadora de un Emmy por la serie Justified, cuya solvencia tanto en cine como televisión es un hecho.
Garry Marshall ha decidido hacer de cada fiesta popular a nivel mundial una película de sobremesa o “comepalomitas” para todos los públicos. Y es que aunque lo hemos visto en cientos de películas y series ¿qué más nos da a españoles y japoneses el 4 de julio o el día de acción de gracias?. Pero la cosa cambia si esa celebración también se celebra, permítanme la redundancia, en todo el mundo. Historias de San Valentín (2010) y Noche de fin de año (2011) tenían el mismo esquema que el estreno del que les hablo: amplio reparto de estrellas, historias que se cruzan, amor, familia, un toque sentimental, unas pocas risas, dos horas edulcoradas que acaban, por supuesto, con un final feliz.
Este director de 81 años y mucha vitalidad, tiene un largo curriculum que empieza en la televisión en los años 60 siendo parte como escritor de series míticas americanas como El show de Lucy, Días felices, Laverne y Shirley o La extraña pareja. Como realizador su mayor éxito es uno de grandes proporciones: Pretty Woman (1990), película que resultó el inicio de su amistad con Julia Roberts además de parte del elenco de actores secundarios que repiten en casi todas sus largometrajes posteriores en “papelitos” parecidos, como la hermana de Roberts o el maravilloso Hector Elizondo, eso sí, este último en papeles de mayor calado.
Al año siguiente firmó la que, en mi opinión, es una pequeña joyita: Frankie y Johnny protagonizada por Al Pacino y Michelle Pfeiffer, con personajes más profundos, con capas, como se suele decir, y un tono de comedia con algo de melodrama. Es una cinta muy infravalorada.
En 1999 firma otro taquillazo repitiendo la pareja protagonista de Pretty Woman y con guiños tanto en personajes como en diálogos a la misma: Novia a la fuga es una buena comedia. Después mucho cine familiar, incluso para Disney; él fue el que descubrió a Anne Hathaway (Princesa por sorpresa, 2001).
© Open Road / Gulfstream Pictures / PalmStar Media / Rice Films
Para la ocasión que nos ocupa, las actrices son mundialmente conocidas. Qué se puede decir que no se sepa de Julia Roberts y Jennifer Aniston, además de Kate Hudson, que se está curtiendo en este tipo de películas, aunque todos queramos recordarla por su maravilloso papel de Penny en la indispensable Casi Famosos (Cameron Crowe, 2000).
La cuarta madre es en este caso un hombre: Jason Sudeikis, que últimamente está en todas partes, un gran porcentaje comedias y además repitiendo con Aniston (Somos los Miller, 2013). Los más frikis lo conocimos en ese programa de humor de culto que es Saturday Night Live, donde estuvo desde el 2003 hasta este mismo año.
Lo mejor: ser una oda al amor madre-hijo y viceversa.
Lo peor: en ningún momento entusiasma.
Por Sandra Sedano
@ReggieHolly
