Vamos a hablar de uno de los más grandes. Un TOP 5. El preñador de sueños. El de las genialidades y los fiascos. El director que, sin crear un nuevo lenguaje, consiguió que lo comercial no estuviese reñido con la calidad en una época en la que todo lo que no tenía tufillo a “independiente”, no era valorado. Hablamos del señor STEVEN SPIELBERG (así, con mayúsculas. Y porque la realidad virtual aún no nos permite onanizarnos y onanizaros por la red, que si no….). Hablamos de Tiburón.
¿Tengo algo entre los dientes? |
Corría el año 1975, y mientras el miedo en España era que Franco muriese y nos comiesen los rojos, en “Estates” lo hacía un Tiburón blanco de tamaño paquidérmico. Surgía un fenómeno a ritmo de la partitura de John Williams (hablando de genios). Y es que ¿quién no ha ido alguna vez detrás de alguien en el agua tatareando el mítico “taaaaantan ….. taaaaantan …. tantantantan…..tiruriiiiiiiiii!!!!!”?.
Spielberg, que venía de destacar en televisión, se hacía con un presupuesto alto, y el mando para manejarlo a su antojo. Para empezar impuso que no quería actores de renombre en los papeles principales, porque para él el verdadero protagonista era (y es que es) el propio tiburón, capaz de asustar al miedo. Se quedo con un reconocible, pero poco rimbombante Roy Schneider para el papel principal. El secundario recayó en un casi desconocido por aquella época Richard Dreyfuss Y, por favor, pónganse de pie, a Robert Shaw para encarnar a Quint, el capitán Ahab de “Jaws”, un misógino capitán de barco, al que comienzas odiando por su pestilente forma de tratar al entorno, y con el que te irías en busca de bronca a un puerto después de conocer su secreto del pasado. Uno de esos impresionantes momentos del cine mundial a cargo de un actor superlativo:
A través de un montaje trepidante en la acción, y calmo y maduro en los momentos de reflexión, Spielberg sentó las bases del cine comercial de los últimos treintaypico de años. La lleno de una música tramposa, un guión acertado, buenas interpretaciones, y presupuesto como para pasar una noche con Paris Hilton en Dubai. Así, el tito Steven creó una de las GRANDES películas de suspense de la historia. Con algo tan cotidiano (e inocente a priori) como el veraneo en la playa. Desde su estreno, los lugares comunes de niños con palas, obesos padres de familia rebozados en arena y la ensaladilla de los chiringos, dejaron de ser lo más terrorífico de las vacaciones.
Esta también tiene “tiburón” |
El pasado 15 de Agosto llegó al mercado esta joya, remasterizada, en Blu Ray, con material adicional como el documental titulado «El tiburón aún funciona; el impacto y el legado de Tiburón”. Una oportunidad única para no perderse una peli en la que tres aventureros persiguen a un psicópata prácticamente indestructible, listo, y más fuerte que un hijo de Steven Seagal y Coral Bistuer. Y si algún día nos tenemos que enfrentar a la criaturita, que Dios nos coja con una bombona de aire comprimido (si un argentino lee esto se va a escandalizar).
Por J.M.C.