Con una hostil construcción como escenario y un abismo tan oscuro como las posibilidades de sobrevivir en ese entorno, el director Tim Egan ganó el Premio al Mejor cortometraje en el pasado Festival de Cine Fantástico de Sitges, una de las citas del género más importantes del año.
Durante casi diez minutos, asistiremos a la agónica lucha de la protagonista por permanecer aferrada a una estructura curva que tiene frente a sí su otra mitad, en lo que parece una siniestra simetría a las mismas puertas del infierno. El cortometraje, un elegante trabajo de puesta escena y elección de planos, resulta un claustrofóbico vistazo al horror más conceptual.
CURVE from Lodestone Films on Vimeo.
Por Javier G. Godoy
