Conéctate con nosotros

Cine norteamericano

El candidato: Aspirar al abismo

¿Cuál es el límite entre lo público y lo privado? ¿Cómo juzgar la ética y la moral de aquellos que han quedado expuestos? Estos cuestionamientos forman parte del planteamiento de fondo de El Candidato (The Front Runner, 2018), film dirigido por el cineasta canadiense Jason Reitman y protagonizado por Hugh Jackman y Vera Farmiga que, gracias a sus fenomenales actuaciones logran salvar la cinta y, de paso, al espectador de 112 minutos de tedio prolongado.

Jackman encarna al político estadounidense Gary Hart quien, después de un exitoso paso por el senado, decide lanzarse a la carrera presidencial en 1987. El actor logra construir un personaje complejo, con matices sutiles que describen a un hombre ecuánime, hermético y que de manera contradictoria también se presenta carismático y afectivo en sus relaciones más cercanas. Por su parte, Farmiga, en el papel de Oletha «Lee» Hart, nos muestra a una esposa fuerte, contenida, que aunque gira en torno a la figura de su esposo, logra presentarse con dignidad y aplomo en medio de las circunstancias. La película centra su atención en las tres semanas claves de la campaña del candidato, un frenesí de viajes, encuentros, saludos y promesas al aire. El film pretende exponer no sólo la desordenada vida íntima de un político que retó a los medios de comunicación a seguirlo para comprobar su integridad, sino también la tendencia purista estadounidense de juzgar lo que se desvía de los parámetros tradicionales de la familia y la moralidad cristiana.

La presión mediática fue la antesala de lo que hoy vivimos como presión social, clics que le dan vuelta al mundo con sucesos que antes de ocurrir ya están siendo publicados; jueces de ordenador condenando frases, tweets y haciendo hincapié en lo políticamente correcto detrás de una imagen falsa y un perfil anónimo. La situación de fondo es la misma en el contexto de los años ochenta, cuando el poder estaba exclusivamente en los medios de comunicación y ellos decidían dónde poner la mirada. ¿Sensacionalismo, morbo o deber crítico? Da igual, eufemismos de ayer y hoy. Lo que incomoda en público, es música y paisaje en la intimidad. Cuestionamientos morales que, por supuesto, el público deberá realizar por sí solo.

Suponemos que para los estadounidenses El Candidato puede resultar un film interesante, pues retoma uno de los acontecimientos mediáticos más importantes de finales del siglo XX; sin embargo, para quienes miramos desde fuera pasará inevitablemente inadvertida. Una película que se queda a medias y que, a muchos, recordará al presidente Bill Clinton en aquellas ruedas de prensa donde explicaba su «idilio» con Monica Lewinsky.

Lo mejor: Las interpretaciones, que (casi) salvan a la película de caer por el precipicio.

Lo peor: El guión no sorprende, es predecible, monótono y, como aquello mismo que trata de contar, va directo al desastre.

Por Claudia Estrada
@clau_cachorra
Hazte con todas las Novedades --->

Click para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Anuncio

Lo mas vistos

10 cosas sobre Voldemort que quizá no sabías

Reportajes

Hazte con todas las Novedades --->