Valga para empezar que el que suscribe no había visto nada de la, aparentemente, graciosa pareja formada por Pegg y Frost, el gordo y el flaco, el deslenguado y el serio, el poli bueno y el poli malo, el rubio y el moreno, el plebeyo y el patricio. Luego vas rascando, y te das cuenta de que sí, que ya les has visto, manipulados por ordenador para ser Hernández y Fernández en «Las Aventuras deTintín…«rodada por Spielberg. O que Pegg aparece en el reparto de la nueva saga de «Star Trek«. Pero nada de esto sirve cuando te enfrentas por primera vez a un film protagonizado por ambos.
Embutido entre las sagas cómicas protagonizadas por varios cómicos en los últimos años (en la tradición de Stiller, Vince Vaughn, Will Ferrel, los Wilson…) pero con un toque British que les hace infinitamente más graciosos, pero mucho menos gamberros e irreverentes, Pegg y Frost arrastran legiones de seguidores incondicionales por el mundo. «World’s End«, que se estrena hoy en España, ofrece los ingrediente básicos de la típica película de entretenimiento, con giros de guión muy originales, aunque no por ello te enfrentes a algo que no hayas visto ya antes: Cinco amigos se encuentran 20 años después de pasar la mejor noche-borrachera de su vida. Después de un repaso por su situación actual, marcar a los personajes para el resto de la peli, y dar un todopoderoso carácter al papel de Pegg (Gary King), empiezan a desarrollarse los acontecimientos a medio camino entre un «Beatiful Girls« con menos profundidad que un lava pies, y las taquilleras «Scott Pilgrim« o «Kick Ass«.
Con una estética de videoclip, y una descarada imitación a los montajes del venido a menos Guy Ritchie (nunca debiste dejar a Madonna, baby), lo que parece va a ser un coñazo de proporciones bíblicas, se va transformando en una graciosa película de acción, para terminar diluyéndose en lo que definitivamente prometía: un pollazo (la alternativa misógina al coñazo) del que no se salvan ni la aparición estelar de Pierce Brosnan, ni el trabajo siempre eficiente de mi admirado y carismático Martin Freeman. (Recomendamos no ver el siguiente tráiler. Si verdaderamente queréis llevaros una sorpresa y una alegría con esta peli…mejor ir al cine sin saber nada de nada).
Hay dos opciones: ir fumadísimo, y tratar de que los efectos del tetrahidrocanabinol potencien unos chistes que llegan raspando al aprobado o, directamente, saber que vas a ver un producto Disney con pretensiones de Cowboy de Medianoche. Un quiero y no puedo. Un Correa con Ferrari, un Pocero con Yate.
Más grande que el del Rey…el yate
|
Esta es, sin duda, la NO recomendación de la semana.
Por J.M.C.
Hazte con todas las Novedades --->