La crisis mundial se ve más atractiva en Nueva York que en cualquier otro punto del planeta. Igual que sus soluciones parecen más fáciles en la ciudad que nunca duerme: renovarse o morir, volver a nacer, comenzar de nuevo… Elija cada uno el eslogan que quiera, pero el significado es el mismo.
© The Weinstein Company |
Esta es una historia de dos almas en pena, que se necesitan el uno al otro en el momento más loser de sus vidas. Dan (Mark Ruffalo) es una bala perdida dentro del mundo de las discográficas y Gretta (Keira Knightley) acaba de salir de una relación con un músico que ha preferido el éxito que a su novia. Él ve el gran potencial de la chica, también compositora, y decide ayudarla a labrarse una carrera para demostrar que no ha fracasado en su profesión como productor. Y así, comienza una historia de amistad e ilusiones con unos personajes entrañables. Ruffalo acaba por caerte genial y Keira te encandila, ahora también con su bonita voz entonando melodías. Este dúo, junto una banda sonora delicada y cuidadosamente insertada en cada minuto, componen un filme original y con estilo.
Sorprende ver a Adam Levine, la voz de Maroon 5, en la piel de una promesa pujante del pop, y con un estilo menos mainstream al que tiene acostumbrado al público. También son secundarios Catherine Keener, James Corden o Hailee Steinfeld, todos ellos en papeles amigables, como toda la película.
La música y todo su poder cautivador se ha recogido en muchos filmes como una protagonista más: ésta es un claro ejemplo de ello. Además, si el director es irlandés, se sobreentiende todo mejor, dada la pasión de ese país por lo sinfónico, como muestran siempre sus jubilosas calles. El realizador John Carney ya mostró su fascinación melómana en otra aventura musical – esa vez en su Dublín natal-, Once, en la que un compositor deleitaba a los transeúntes con su guitarra, y encontraba a una compañera de andanzas que sufría mal de amores. Aunque Begin again está un poco más crecida, bebe de las mismas fuentes independientes. Lo puramente indie mezclado con un desembolso hollywoodiense da como resultado una confección optimista, cuyo estilo no quedan tan impostado ni demasiado recargado.
Esta no es una peli romántica al uso, ni tampoco una historia de amor fuera de lo común. Antes de eso se la puede encasillar dentro del amplio grupo “títulos sobre Nueva York”, porque además de ser un relato sobre amistad y superación, parece una crónica de la ciudad. Es un filme lleno de encanto, donde se supura amor sin que haya idilio entre sus dos protagonistas.
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El halo hípster queda patente en todo el metraje, desde el vestuario de Keira hasta las grabaciones de la banda en plena calle. Su Gretta no tiene la hondura ni la mente atormentada de Llewyn Davis, pero atrapa a la concurrencia -Ruffalo, tienes muy buen ojo-, bien sea un grupo de ciudadanos neoyorquinos o los espectadores en la sala.
Begin again es una película que deja con buenas vibraciones con ese toque tan emocional, frágil e idílico, y mucho más si se habla de las segundas oportunidades. En una estación donde normalmente la cartelera se compone de blockbusters y películas infantiles, este largometraje se ha ganado con razón el sobrenombre de “película del verano”.
Se disfruta por toda su candidez y te deja con una actitud positiva al salir de la sala, con ganas de hacerte una playlist nueva y de entrar corriendo en buscadores para mirar billetes asequibles a Nueva York.
Lo mejor: Su frescura.
Lo peor: Defraudará a quien busque una tradicional película romántica.
Por María Aller
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