La animación española pasa, sin lugar a dudas, por un momento dulce de su corta historia. A la cantidad de talentos que han cruzado nuestras fronteras para demostrar su valía (incluso en Pixar, por ejemplo) se ha unido más de un director valiente con ganas de, que de vez en cuando, estos impagables artistas vuelvan a la patria. Las ideas de los avezados realizadores lo piden a gritos y ya va siendo hora de prestar atención a lo nuestro, que es mucho y muy bueno. Lightbox Entertainment, el estudio de animación fundado por Enrique Gato y Nicolás Matji, es una de las cabezas visibles de esta nueva generación de emprendedores.
Atrapa la bandera nos cuenta las aventuras de tres chavales que se embarcan, por razones que ya veréis si os decidís a disfrutar del espectáculo, en la difícil tarea de volver a conquistar la luna años después de que, supuestamente, Estados Unidos aterrizase en el satélite natural por excelencia. Enfrente tendrán al multimillonario Richard Carson, implacable en su deseo de ser él el primero en llegar.
Las aventuras de Tadeo Jones, dirigida también por Enrique Gato, Mortadelo y Filemón contra Jimmy El cachondo, y ahora Atrapa la bandera, son tres motivos para estar exultantes y presumir de esfuerzo y grandes resultados. Cierto es que Atrapa la bandera se toma ciertas licencias para ir construyendo su entretenida historia, pero también lo hace Pixar, Disney, o Dreamworks, los grandes del gremio. Esto no hace perder calidad a la cinta, solo obliga a no olvidar que hay que seguir mejorando y haciendo crecer el producto buscando la excelencia. Y este es el camino correcto. Llegaremos.
La película de Enrique Gato es diversión para toda la familia y huye, posiblemente de manera muy consciente, de cualquier tipo de complejidad argumental con el objetivo de llegar a todos los públicos. Esa meta la alcanza con cierta facilidad y, aunque acude a estereotipos usados con demasiada frecuencia en este tipo de producciones, utiliza un diseño de producción bastante cuidado y depurado para tapar esas carencias de originalidad. Sin ese defecto, olvidable pero importante, seguramente hablaríamos de una película uno o dos escalones superior a la media.
Sin embargo, no es el lugar ni el momento para la crítica negativa. Atrapa la bandera merece el reconocimiento y, con todos sus defectos, pasa a engrosar la interesante lista de producciones españolas que mejoran y elevan su nivel según pasa el tiempo y avanzan las técnicas de animación. Solo falta pulir los guiones y darles algo más de personalidad propia. Hay luz al final del túnel. Mucha.
Lo mejor: el fenomenal momento de la animación española.
Lo peor: el doblaje de Dani Rovira como Richard Carson. No cuela.
Por Javier Gómez.
@blogredrum