Reese Witherspoon intepreta a Cheryl Strayed, una chica cuyo pasado intenta dejar atrás emprendiendo una travesía por el desierto del Mojave. Con tan solo una mochila, cruzará por tierras áridas,gélidos parajes y montes escarpados. En el camino, y a través de flashbacks, evocará toda la miseria que lleva dentro. Traiciones personales, dramas, traumas y, en el centro, la figura de su madre, gravitando en su dolor existencial.
La aparición de la novela autobiográfica “Wild: From lost to found on the Pacific Crest Trail” supuso para su autora, Cheryl Strayed una catarsis personal considerable. El libro fué recomendado por Oprah Winfrey en su Oprah Winfrey Book Club 2.0 y consiguió unas ventas estratosféricas. Resee Witherspoon consiguió los derechos para adaptar la novela en su propia productora, Pacific Standard, implicando a Nick Hornby en el libreto y a Jean-Marc Vallée en la dirección.
Alma salvaje es un viaje doble, como lo son a la práctica, todos los viajes. Hay un viaje físico, al que la protagonísta se enfrenta sola y con escasa preparación, y un viaje emocional, igual de árduo y difícil. A pesar de que hay un cierto desequilibrio entre ambos tipos de viaje, inclinando la balanza hacia el peso en el pecho y el mea culpa, no se puede decir que a su director le tiemble el pulso a la hora de mostrar la gesta en toda su crudeza (ya desde su inicio queda claro que no se trata de un paseo de domingo). Hay una desfilada constante de rostros, secundarios y terciarios que a diferencia de Laura Dern (una interpretación destacable) que interpreta la madre de Cheryl Strayed, resultan poco o nada relevantes. Se puede decir que el film reposa casi enteramente en las espaldas de Resee Witherspoon, que al igual que la protagonista con su mochila, le cuesta horrores mantener un peso tan grande. Y es que la película adolece del clásico problema de adaptar un libro cuya acción es principalemente mental, donde es imprescindible entender la parte física como una metáfora ligada estrechamente al recuerdo y, finalmente, donde la escasez de acción real hace imperativo una interpretación dramàtica más intensa.
El proyecto que ha significado la vuelta a la dirección de Jean-Marc Valée después de la genial Dallas Buyers Club, que tantos premios y elogios le valió, resulta excesivamente formal, tanto en su factura visual como argumental. Nick Hornby parece ya comodamente instalado en su faceta de novelista, y este guión, tutelado por la autora del libro, no parece aportar nada relevante. El otro gran elemento desaprovechado es la clara inclinación feminista de su discurso. Una retahila de citas de Emily Dickinson, Flanery O’Connor, Robert Frost, que sirven a la protagonista para fijar un punto en su cartografía personal y tambien un testimonio físico de su odisea por el desierto. En este sentido, es mas bíblica y espiritual que feminista, lo cual es, francamente una lastima.
Lo mejor: Tan sincera, directa y honesta como dura puede ser la vida. No ahorra ni una pizca de dolor, ni escatima ni un ápice de belleza natural, y la narración visual de la historia es profundamente acertada.
Lo peor: Falta fuerza en todo el apartado actoral, si tenemos en cuenta la crudeza de los hechos que relata. La dirección artística parece poco exigente.
Por Gerard Gomila
@milopensa