Bradley Cooper por Ha nacido una estrella
A favor: Ser la mejor interpretación del actor, que se transforma con absoluta veracidad en una estrella del rock exponiendo sus grandezas y sus miserias. Además, junto a Lady Gaga, ha formado una de las parejas del año.
En contra: A pesar de su gran interpretación -para el que escribe completamente premiable- ha ido perdiendo fuerza según se han acercado los premios de la Academia ante la fuerza de otros contrincantes.
Viggo Mortensen por Green Book
A favor: El actor, que en el film se convierte en un italiano de barrio, realiza una interpretación al límite sin llegar a la sobreactuación. Además, Green Book es el film «buenrollero» de esta edición y, junto a su compañero, Mahershala Ali, Mortensen forma la otra pareja del año.
En contra: El haber pasado desapercibido en los anteriores premios y el peso de su compañero de reparto.
Rami Malek por Bohemian Raphsody
A favor: Malek ha clonado a Freddy Mercury, además, el film ha sido el éxito del año. El intérprete ha ido arrasando en las entregas de premios hasta la fecha.
En contra: Los miembros de la Academia podrían entender que el trabajo del actor es más una imitación que una interpretación personal y subjetiva.
Christian Bale por El vicio del poder
A favor: Esta es otra de las transformaciones brutales a las que nos tiene acostumbrados el actor galés. Además del cambio físico, la actuación viene apoyada en un gran trabajo de voz… y mucha inteligencia.
En contra: El carácter casi diabólico del personaje. Por otro lado, durante las últimas fechas, el film ha ido perdiendo peso específico de cara a los premios.
Willem Dafoe por Van Gogh, a las puertas de la eternidad
A favor: Una actuación repleta de verdad y alejada de excesos y sobreactuación. El actor ofrece todo un estudio hiperrealista de la depresión y la locura en el film indie art de esta edición.
En contra: La fuerza de sus rivales y el marcado carácter minoritario del film.