¿Es Los Goonies la mejor película sobre pandillas de adolescentes? Sí, sí, y mil veces sí.
Os voy a dar cinco razones (que son muy pocas) por las que para un servidor y medio mundo, la película de Richard Donner es la mejor y más apasionante historia que se ha rodado sobre aquellas pandillas de chavales que todos tuvimos (o ansiábamos tener). Los Goonies es tan buena que, nunca, jamás, nos cansamos de verla. La tenemos en ese VHS destrozado que casi es imposible ver, la tenemos en DVD y nos la volvemos a comprar en Blu-ray para verla en Alta Definición. La tenemos ilegalmente descargada, y si como alguna vez se ha hecho, la vuelven a estrenar en pantalla de cine… ¡Pues vamos a verla! Los Goonies… son Dios.
1. RICHARD DONNER Y STEVEN SPIELBERG.
Dos pesos pesados se juntaron para sacar adelante la película. Donner había realizado con anterioridad La Profecía, Superman o Lady Halcón, producciones que le habían dado crédito como para acometer la dirección de Los Goonies, un proyecto apadrinado por el TODOPODEROSO Rey Midas de Hollywood. Aquel personaje detrás de Indiana Jones, Tiburón, Encuentros en la tercera fase o E.T. El extraterrestre: Steven Spielberg.
El éxito estaba asegurado con la dirección de uno y la producción y la historia ideada por el otro. El poderío creativo de ambos ofrecía las suficientes garantías como para pensar que una película de chiquillos en bicicleta, mafiosos de pacotilla y barcos pirata, iba a resultar todo un acierto. 30 años después es un autentico clásico. Parece que algo hicieron bien.
2. PERSONAJES INOLVIDABLES.
Los diferentes (y mucho) personajes de Los Goonies han quedado para el recuerdo de todo aquel que ha en algún momento ha visto la película. La pandilla es absolutamente variopinta y hay para todos los gustos. Es difícil elegir uno como favorito porque todos tienen su personalidad y sus maneras bien definidas. Ahí van uno por uno:
Mikey: Sean Astin, que años después sería el fiel acompañante de Frodo en su aventura portando el anillo único, interpretó al protagonista y personaje más emocional de Los Goonies. Su amor por el barrio y mantener unidos a sus amigos le empujan a creer firmemente en la posibilidad de encontrar un tesoro que salvaría los muelles de Goon de la demolición. Su matiz nostálgico, su aparato contra el asma y la tierna y divertida escena del beso, son un legado que no nos cansamos de recordar.
Brand: el hermano mayor de Mikey lo interpretó un jovencísimo Josh Brolin. El actor, que desde hace unos años se ha situado en un lugar privilegiado en Hollywood (fue candidato al Oscar por su papel en Milk), ejercía de responsable del grupo en el que, dicho sea de paso, se ve involucrado casi por accidente. Su papel, aunque al principio pueda parecer un tópico en sí mismo, es todo lo contrario. Tiene grandes momentos.
Gordi: el pequeño y rellenito personaje que interpretó Jeff Cohen es uno de los más destacados del filme. El «supermeneo» es solo el anticipo de todos los enormes momentos que dejó para la posteridad. Gordi es la quintaesencia del amigo torpón e involuntariamente divertido que todos hemos querido tener. La escena en la que confiesa su pasado amenazado por la sinrazón de Los Fratelli es mítica. Que en los primeros minutos de la película estrelle un batido contra un cristal, emocionado al ver una persecución real ya nos haga gracia, es señal de todo lo que disfrutaremos después.
Bocazas: Corey Feldman estaba destinado a triunfar en el cine. Y casi lo consiguió. El joven actor tenía carisma y lo pudo demostrar protagonizando la maravillosa Cuenta conmigo, Jóvenes ocultos o No matarás… al vecino. Pero aquello duró lo que duró y las drogas casi se lo llevan por delante (como a su gran amigo Corey Haim). Bocazas es un caradura de esos que ya desde pequeños demuestran su descaro, sea la situación que sea. Su secuencia hablando castellano (en España se dobló como si hablase italiano) con la señora que iba a limpiar la casa de los Walsh es comedia de alto nivel.
Data: Richard Wang era el verdadero nombre de Data, ese estereotipado personaje de orígen japonés que provocaba chistes entre el resto de Goonies gracias a sus disparatados inventos. Al curioso Data lo interpretó Ke Huy Quan, que un año antes había acompañado a Indiana Jones en la segunda y aclamada parte de la saga dirigida por Spielberg, El Templo Maldito. Data y sus «tuampas« fueron imprescindibles para el éxito de la película.
Andy: una de las dos componentes femeninas de Los Goonies que interpretó Kerri Green. Andy es la supuesta novia de Brand, aunque hay momentos en los que no queda muy claro. Guapa, tierna y asustadiza, Andy da ese toque sutil al adrenalítico comportamiento del resto del grupo, incluida su amiga Stef.
Stef: la amiga inseparable de Andy es mucho más impetuosa y lo demuestra con sus continuos y divertidos encontronazos con Bocazas (al que en realidad le gusta bastante). Stef fue interpretada por la actriz Martha Plimpton, cuya carrera continuó hasta el año 2010, en la serie de televisión Raising Hope.
Los Fratelli: la familia mafiosa y cutre por excelencia. Manejados como títeres por su dictatorial madre, Los Fratelli son los impagables villanos de la película.
«Gilipollas ¿crees que soy tan tonto como para suicidarme?«, así empezaba la carrera de la familia Fratelli por hacerse con el oro del pirata Willy el Tuerto. Lo que no sabían es que un grupo de críos sin miedo a nada se les iba a cruzar en el camino. Una desgracia para esta familia de italianos de poca monta porque iban a sufrir las consecuencias de la confrontación.
Mención especial merece ese miembro de Los Fratelli llamado Sloth, una aberración de la naturaleza con tirantes y camiseta de Superman que ha pasado a los anales de la cultura pop contemporánea. Fue interpretado por John Matuszak, un gigantón de dos metros de altura que falleció a la edad de 38 años. Su legado como actor, evidentemente, fue bastante corto (y de bajísima calidad) pero sus escenas son quizá algunas de las mejores de toda la película. Ese descenso cuchillo en ristre por la vela del barco, mientras sujetaba a Gordi en brazos, es una genialidad.
3. LO QUE TODOS HEMOS SOÑADO.
Sería raro que siendo niños jamás soñásemos con vivir una aventura como la que se relata en Los Goonies. Un grupo de amigos así y conseguir salvar una situación como la de los muelles de Goon es una hazaña grandiosa de la que todos querríamos haber sido actores principales. Estos deseos se tienen con las mismas edades que los protagonistas pero hoy, con unos cuantos años más, seguro que seguimos pensando que hubiese sido una aventura incomparable. La historia que ideó Steven Spielberg no ha sido igualada en ninguna otra película y los intentos de acercarse a su clase, como Exploradores (Joe Dante, 1985) o aquella mediocrísima Super 8, no le han llegado ni a la suela de los talones.
4- SU GENIAL BANDA SONORA.
La partitura clásica de Los Goonies fue un triunfo. La compuso Dave Grusin, refutado artista norteamericano que encuentra su fuerte en el jazz y derivados y ganador de varios premios de la Academia. Sus trabajos para Un lugar llamado milagro o Los Fabulosos Baker Boys, le valieron el reconocimiento de Hollywood.
Sin embargo, el tema que ha pasado a la posteridad como un clásico de los 80 es el fabuloso «The Goonies ‘R’ Good Enough« que compusieron Cyndi Lauper, Stephen Lunt Broughton y Arthur Stead para la película, y aunque solo fue número 1 en Japón (que grandes son estos nipones), la canción de Lauper sigue escuchándose hoy en muchos lugares.
La escena de Los Goonies en la que aparece es una sucesión de algunos de los mejores planos del filme, sobretodo esa vista aérea de los chicos en sus bicis dispuestos para la aventura. Buen rollo y emoción a partes iguales.
5. ¿ES IRREPETIBLE?
Seguramente una película como Los Goonies no vuelva a repetirse jamás. Muchos han sido los rumores de una segunda parte (esperemos que no vayan a más) pero el largometraje de Richard Donner tiene un halo casi místico que la hace única, tanto para los niños como para los que no lo son tanto. Realizar una secuela suena un tanto estúpido, no nos engañemos, pero lo peor de todo es que desde Hollywood nos han hecho tragar con cosas peores.
El reparto de Los Goonies es irrepetible por lo acertado y lo carismático de todos sus componentes. Este listón está situado tan arriba que casi resulta imposible imaginarse una película que, tan solo, se acercase al acierto de aquella y, aunque «Los Goonies nunca dicen muerto», preferimos que a nadie le de por revivir lo que, hace 30 años, nos hizo disfrutar tanto. Permanece en nuestra imaginación, en nuestros corazones… y en nuestras estanterías.
Por Javier Gómez.