Esta extraordinaria ópera prima de Camille Vidal-Naquet refleja con sumo naturalismo el día a día de un chapero gay con quien el espectador conecta desde el principio gracias al carisma de Félix Maritaud, intérprete que conjuga ternura, inocencia, bestialismo y sensualidad. Él es gay y, como tantos otros, está enamorado de quien no debe, lo que inunda la soledad de su caminar de un aroma tan triste y áspero como las experiencias a las que, en busca tanto de dinero como de cariño, se entrega en cuerpo y alma hasta el máximo agotamiento físico y emocional. En sus ojos, siempre llenos de significado, transcurre gran parte de un relato imposible de contemplar sin desear que los abrazos traspasasen las pantallas.
