Un hombre que acaba de enviudar cree que su esposa trata de decirle algo desde el más allá. Para dar con ello, busca la ayuda de un parasicólogo que sea capaz de conectar con otros planos y así desvelar el secreto de las señales que rondan continuamente su entorno. Mientras tanto, su hijo tratará de disuadirlo para llevarlo de nuevo a casa y así continuar con su vida.
Este es el argumento de The Father (Bashtata, 2019), película búlgara dirigida por Kristina Grozeva y Petar Valchanov, que logra plantear muy acertadamente la condición absurda de la naturaleza humana, tomando como base la relación entre un padre y un hijo que se ven envueltos en situaciones hilarantes e inesperadas. No hacen falta diálogos ni conversaciones trascendentales para ahondar en las profundidades psicológicas de los dos personajes principales; cada uno de ellos carga con reclamos y anhelos que se vuelven palpables en las acciones que tienen lugar durante el desarrollo de la historia. A través de esta virtud del film -y las más que aceptables interpretaciones-, el espectador deducirá y construirá por sí mismo los posibles perfiles de ambos.
Los tiempos y el ritmo de esta tragicomedia pueden ser diferentes a los que estamos acostumbrados a ver en las producciones de Hollywood: The Father es contenida, huye de los excesos dramáticos y está narrada con cierta clase. Posee un interesante equilibrio entre la comedia y el drama a la hora de abordar el tema de las relaciones familiares como telón de fondo, los conflictos sin resolver y las culpas que amenazan desde el pasado. The Father no es una película para soltar grandes carcajadas, sino una invitación para reflexionar sobre la vida y nuestros roles en contextos y situaciones absurdas donde es posible que nos veamos reflejados. Si se da ese caso, no tendremos más remedio que sonreír, afortunada o desafortunadamente.
Lo mejor: La manera en la que se describe la relación entre padre e hijo.
Lo peor: Se pueden escapar detalles en situaciones que ocurren muy deprisa.
