¿Cuántas veces te han preguntado qué hacías en el momento en el que los telediarios de medio planeta narraban los atentados del 11 de septiembre de 2001? Seguro que, si tenías el suficiente uso de razón, recuerdas dónde te encontrabas y cómo viviste el ataque terrorista más feroz de la historia. Cómo olvidar.
Tanto si aquel día eras perfectamente consciente de lo que estaba sucediendo, aún andabas a gatas o, simplemente, todavía no habías llegado a este convulso mundo, seguro que estos cuatro importantes trabajos ilustran tu recuerdo de un suceso que le dió la vuelta a nuestra concepción de la seguridad, la libertad y la democracia como valores que nos son concedidos por defecto.
The Looming Tower (Dan Futterman, Alex Gibney y Lawrence Wright, Estados Unidos, 2018) – En Prime Video
Resulta sorprendente que dos estamentos tan esenciales de la cultura por la ¿seguridad? estadounidense como son el FBI y la CIA fuesen incapaces de coordinarse y compartir toda la información que les llegaba acerca de posibles ataques terroristas. Esta lamentable actitud de secretismo y recelo entre un servicio y otro, propició que, a pesar de los avisos, la operación del 11 de septiembre pillase a la superpotencia en bragas. Esto es, entre otras muchas cosas, lo que se relata a lo largo de diez episodios en The Looming Tower, la lúcida miniserie responsabilidad de Alex Gibney, director de exitosos documentales como Enron, los tipos que estafaron a América (Enron: The Smartest Guys in the Room, 2005), Taxi al lado oscuro (Taxi to the Dark Side, 2007), Mea Maxima Culpa (Mea Maxima Culpa: Silence in the House of God, 2012), La mentira de Lance Armstrong (The Armstrong Lie, 2013) o Going Clear: Scientology and the Prison of Belief (2015).
United 93 (Paul Greengrass, Estados Unidos, 2006) – En Netflix
De los cuatro aviones que fueron secuestrados el 11 de septiembre solo uno de ellos no alcanzó el objetivo que tenía asignado. Los pasajeros del United 93 fueron los héroes de un viaje al infierno que, gracias al apoyo de muchas de las familias de aquellos que iban en el avión, Paul Greengrass pudo convertir en película con su habitual habilidad para trasladar historias reales al cine. Director de trabajos como Bloody Sunday (2002) o Capitán Phillips (Captain Phillips, 2013), Greengrass dió a luz un respetuoso -no hay lugar para el sensacionalismo- y espléndido trabajo de realización que pega al sillón a un espectador conocedor del fatal desenlace. El desarrollo del relato y la puesta en escena son tan abrumadores que es imposible dejar de mirar la pantalla, sobre todo en un tramo final demoledor. El American Film Institute (AFI) la incluyó en su TOP 10 de Mejores películas del año.
Momentos decisivos: El 11-S y la guerra contra el terrorismo (Turning Point: 9/11 and the War on Terror, Brian Knappenberger, Estados Unidos, 2021) – En Netflix
Es el enésimo análisis del por qué, cómo y cuándo, pero es innegable que resulta un nuevo esfuerzo por volver a darle la lógica necesaria a la causa de unos ataques que provocaron que la primera pregunta de cada estadounidense fuese ¿por qué a nosotros? La realidad era muy diferente a lo que muchos pensaron en aquellos días, que era un ataque indiscriminado. Nada fue porque sí el 11 de septiembre y nunca está de más querer entender cómo se gestaron los infames hechos que asolaron Nueva York hace 20 años y cuáles fueron sus consecuencias directas o indirectas. La serie documental de Brian Knappenberger es una narración clarividente y sutil que intenta abarcar, más veces con éxito que sin él, los hechos que desencadenaron el 11S, transitando con fluidez por los orígenes de Al-Qaeda en los años 80 hasta la respuesta de EEUU fuera y dentro de sus fronteras.
La noche más oscura (Zero Dark Thirty, Kathryn Bigelow, Estados Unidos, 2012) – En Netflix y Prime Video
La historia sobre la caza de Osama bin Laden que rodó Kathryn Bigelow (Días extraños, En tierra hostil) resultó ser una de las mejores películas de la década. Zero Dark Thirty es un relato contundente y rocoso con una Jessica Chastain en plena forma, que narra con brío el proceso para dar con el hombre más buscado del mundo. Bigelow rueda enérgicamente cada pasaje -transcurren 10 años desde la llegada de Maya (Chastain) hasta la ejecución de Laden en el complejo de Abbottabad (Pakistán)- logrando que el visionado del film se convierta en una experiencia magnética que da lugar a la reflexión -¿qué líneas rojas se traspasaron durante la investigación?-, la identificación con los personajes, e incluso al subidón de adrenalina. Su última parte es un prodigio de planificación, puesta en escena y manejo de la tensión narrativa; toda una lección de Bigelow que, a la vez que se llevaba el Óscar a casa, se convertía en la primera mujer en ganar una estatuilla a la mejor dirección.