Festivales y Premios

Candidatos al Oscar 2016: Mejor director

Dadas las ausencias de Todd Haynes y Ridley Scott, nos encontramos ante uno de los quintetos de directores nominados más flojos de la historia. ¿Qué preferirá la Academia: premiar dos veces consecutivas al mexicano del momento o encumbrar a un realizador de acción a los setenta años?

Lenny Abrahamson por La habitación

A favor: Pese a su pequeña factura, La habitación es una de las pocas películas nominadas este año por la Academia unánimemente aclamadas. Las grandes interpretaciones de Brie Larson (probable oscarizada) y, sobre todo, el jovencísimo Jacob Tremblay deben mucho al talento de Abrahamson como director de actores.

En contra: Una cosa es dar la campanada en las nominaciones y otra alzarse con el Óscar. Todas las casas de apuestas sitúan al prácticamente desconocido Lenny Abrahamson en último lugar.

Alejandro G. Iñárritu por El renacido

A favor: Si la pretenciosa El renacido gusta lo suficiente para triunfar como mejor película (además de actor, fotografía y sonido, probablemente), no premiar a su principal artífice sería bastante irónico. Guste o no, la labor de Iñárritu es admirable (aunque, de ganar, debería compartir el galardón con Andréi Tarkovski…).

En contra: Sólo John Ford y Joseph L. Mankievicz, dos de los grandes nombres de la historia del cine, han ganado dos Oscars consecutivos, lo que vuelve complicada la hazaña de Iñárritu. Para colmo, de ganar él, la categoría contaría con tres victorias mexicanas seguidas (hace dos años, Alfonso Cuarón se llevó el Óscar por Gravity), aparentemente más de lo que la conservadora Academia podría soportar.

Thomas McCarthy por Spotlight

A favor: Spotlight es una de las favoritas de la carrera, siendo precisamente sus actores y actrices (principales votantes de la Academia) sus grandes bazas.

En contra: La falta de personalidad de la puesta en escena ha dificultado a McCarthy la colecta de premios incluso en múltiples entregas donde Spotlight se ha llevado el galardón principal. El cineasta es mejor guionista que realizador, con lo que el mejor guion original es el campo donde debería ser reconocido.

Adam McKay por La gran apuesta

A favor: Tras vencer en el Sindicato de Productores, La gran apuesta es la supuesta favorita al premio gordo de la noche, que coincide con aquel en la mayoría de los casos. Debemos agradecer su frenético ritmo y carismáticas interpretaciones a la labor de McKay.

En contra: La carrera de McKay no es precisamente admirable, siendo su aportación a La gran apuesta encomiable pero no impresionante. Su sello como realizador aún no está claro, con lo que premiarlo como guionista (en la categoría adaptada) parece más apropiado.

George Miller por Mad Max: Furia en la carretera

A favor: La maestría de la cuarta entrega de Mad Max se debe principalmente al talento desbordante de un cineasta que, a sus setenta años, no ha perdido una pizca de brío. La dificultad de filmación, sumada a los impresionantes resultados, debería poner a Miller el Óscar en bandeja.

En contra: Aun partiendo como favorito tras los premios de la crítica, Miller ha perdido casi todos los premios principales. De mayoría actoral, la Academia suele preferir directores que sacan más partido de las interpretaciones que del plano técnico. Que Mad Max: Furia en la carretera sea una secuela de acción tampoco ayuda dados los prejuicios de los votantes.

Por Juan Roures (colaborador especial)
@JuanRoures
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