Críticas
Mud: Gloriosa y valiente adolescencia
El director Jeff Nichols llegaba a Cannes para presentar «Mud» tras el buen sabor de boca que dejó su segunda película «Take Shelter«, así que había curiosidad por ver si las buenas sensaciones continuarían con esta historia de adolescentes, amistad, ideales y asesinos por amor.
El prestigioso festival no pudo más que rendirse ante una de las mejores películas del palmarés. El acierto de Nichols es incontestable, ya que el relato tiene muchos de los ingredientes que el exigente público del certámen demanda en todas las candidatas de la sección oficial, cada a una a su manera y estilo, claro está.
«Mud» es una historia cuya primera virtud se encuentra en la forma en la que se nos relata. El director muestra nuevamente ese estilo que acaba por lograr que, en cierta forma, se pueda considerar el filme como cine de autor. Un cine implicado, de pausas y silencios cuya primera misión es trazar los esbozos costumbristas que actuarán de prólogo y que mutan su misión según avanza el filme. Este nunca perderá esa calma con la que Nichols trata de rodar, aunque, como veréis en «Mud«, los hechos vayan generando cada vez más tensión e incertidumbre.
Por otro lado, el rol de los dos jóvenes protagonistas (Tye Sheridan y Jacob Lofland) como epicentro de la trama y, por tanto, la perspectiva con la que el director quiere enfocar el desarrollo del relato, dota a la película de ese punto de vista mezcla de curiosidad, ingenuidad y valentía inconsciente característicos de la época adolescente, rasgos que destacan sobretodo en el personaje de Ellis, interpretado fantásticamente por Tye Sheridan. Es por ello que «Mud« no es un thriller al uso, si no una historia que ensalza los valores que desde jóvenes nos hacen perseguir nuestros sueños, que forjan nuestros ideales y que, en casos como este, nos pueden llevar a tomar importantes decisiones y a asumir grandes riesgos a pesar de la temprana edad.
El nexo accidental de todo este conglomerado de emociones pubertinas es Mud, el personaje que interpreta con gran acierto Matthew McConaughey, un fugitivo que se cruzará en las más o menos apacibles vidas de Ellis y Neck, los dos jóvenes en cuestión. Creo muy necesario destacar el trabajo de McConaughey, un actor cuyos últimos papeles (Killer Joe, The Paperboy y Mud) han demostrado con creces que nos encontramos ante un verdadero talento, capaz de adaptarse al papel más exigente (le veremos extremadamente delgado en Dallas Buyers Club) o al rol más atrevido. Un actor que nos engañó a todos los que pensábamos que se limitaría a lucir palmito. Nada de eso, los próximos años su agenda parece que estará bastante ocupada, los grandes directores reclaman sus servicios.
Completan el reparto Sam Shepard, Michael Shannon y Reese Witherspoon, cuyos papeles, aunque más breves, no están faltos de trascendencia y cuya profundidad abrillanta el resultado final de una película realmente interesante que te atrapa gracias a un desgarrador relato, a sus personajes y a esa agobiante sensación de humedad que rodea todo el Mississippi.
Por Javier Gómez