Los genios no despiertan pasiones mediocres, y el genio Tarantino suscita siempre emociones extremas, o le adoras o le aborreces, no hay punto intermedio. Saltó a la palestra en los años 90 junto a un importante número de cineastas que revolucionaron la manera de contar historias. Reservoir Dogs, con un plantel de actores de primer nivel como Harvey Keitel o Tim Roth entre otros, es uno de los más grandes debuts de un director en todos los tiempos. Pero Tarantino ha sabido mantener y elevar el nivel, arriesgándose con géneros tan complicados y arriesgados (comercialmente) como el western. Sus diálogos, sus escenas escandalosas, la violencia explícita, su pasión por la música, y el inmenso ego que le lleva a hacer cameos en sus propias pelis, son características de su obra. Y son algunos de los motivos por los que se merece ser uno de los mejores directores de la actualidad. Aunque para gustos…
1.»Ahora mismo este tío es el único en el que confío. Es demasiado asesino para estar con la poli.» (Reservoir Dogs)
Tarantino aprendió a escribir cine de la mano de los mejores directores de la historia. Siempre explica que la mejor escuela de cine es precisamente el cine, y es que este «cinépata» confeso creció consumiendo películas de todo tipo, y de cada una de ellas aprendió algo. Y escribe como nadie. En cada una de sus películas podemos encontrar un montón de frases célebres que se nos quedan grabadas tanto o más que las escenas que filma magistralmente. Gracias a él, y a otros directores, pero quizás en su carrera esto es más evidente, los diálogos y el guión vuelven a cobrar importancia, a dar un puñetazo sobre la mesa. Lo que importa es lo que se cuenta y cómo se cuenta y el cine de Tarantino está lleno de escenas memorables gracias a ello. Es capaz de escribir de tal manera que por muy disparatada que sea la historia nos creemos sin dudar a la Mia Wallace de turno. También tiene muy buen ojo para el reparto, las cosas como son, pero algunas de sus frases le sobrevivirán a él y quizás también a sus propias películas.
2. PERSONAJES INTENSOS.
Las frases y los diálogos de su cine son tan importantes y excepcionales porque forman parte del todo, de la configuración de una obra completa que pocas veces tiene errores. Y es que Tarantino es un cineasta de diálogos, de historias y también de personajes. Los protagonistas de sus películas son seres complejos, decididos, muchas veces oscuros, tarados e intensos. Y esa intensidad es la que ayuda a la película a tener aún más fuerza, más rotundidad. Por eso esos personajes sueltan las frases que sueltan, porque todo forma parte de una misma idea, de un proyecto integral y todo sale de la misma cabecita genial. Por eso no hay fisuras. Tarantino muestra humanidad y vulnerabilidad en sus personajes y demuestra también cierta debilidad hacia las mujeres, convirtiéndolas en súper mujeres, especialmente desde Jackie Brown y con muy pocas excepciones. Uma Thurman es su musa, tanto dentro como fuera de la pantalla. Sus femme fatales no tienen nada que envidiar a las que décadas antes crearon esa figura y que tanto ha servido de inspiración a Tarantino.
3. LA MÚSICA, SU GRAN ALIADO.
Es experto en cine y en música. Y para él son dos disciplinas artísticas relacionadas íntimamente. No entiende el cine sin ese recurso. Y es que la música es una de sus señas de identidad e incluso sus detractores reconocen que tiene un oído súperdotado. Le ocurre lo mismo con el cine que con la música, controla todos los géneros, le gustan las cosas más raras que encaja a la perfección con la historia y con sus personajes y que ayuda a ensalzar la trama en momentos clave de tal manera que a uno se le eriza el vello. Muchas de los temas que ha usado son ya tan famosos como las propias películas. Django Desencadenado, Pulp Fiction y Reservoir Dogs son ejemplos perfectos de esto que comentamos. Ya no sólo la mítica escena del baile de Travolta y Thurman, también hay otro baile sublime, el de Madsen en plena tortura en Reservoir Dogs. Inolvidable.
4. MAGIA EN LA PANTALLA.
El tipo coge una cámara, encuadra como le viene en gana, coloca a dos actores uno frente a otro y empieza la acción. Da la sensación de que es todo muy natural y sencillo, pero es pura magia. Magia que además ha convertido en seña de identidad repitiendo en numerosas ocasiones algunas escenas míticas que hacen que nadie dude quién hay tras la cámara. Hablamos de los planos secuencia, aquellas escenas en las que se sucede la acción y no hay en ningún momento un corte, toda la acción se sigue sin un solo corte, algo realmente complicado. Hablamos también de las tomas cenitales, las vistas aéreas son también frecuentes, al igual que aquellas tomas en las que la cámara muestra el punto de vista de uno de los personajes o de un objeto, como en Reservoir Dogs o Pulp Fiction con la cámara situada en el maletero del coche cuando los protagonistas lo abren. Son técnicas que no ha inventado Tarantino, pero que sí han sido copiadas una y mil veces desde que las ha popularizado. De ahí que muchos de sus detractores hablan de su escasa originalidad… copiar algo que está bien es de personas inteligentes, y si encima superas la versión original… eres Tarantino.
5. CRÓNICA DE UN RETIRO ANUNCIADO
Desde siempre Tarantino ha asegurado que sólo dirigirá diez películas. Pero es un tipo listo y no entra a detallar cuántas exactamente lleva. En algunas ocasiones ha contado Kill Bill 1 y 2, como una sola película, en otras dice que son dos. Pasa lo mismo con Four Rooms, aparece en los títulos de crédito como director, pero comparte responsabilidad con otros tres directores… Así que no sabemos muy bien cuándo va a llegar a esa cifra, si está a puntito o si aún le queda. Sea lo que sea, esperemos que se le pase este capricho y que siga fascinándonos a todos con su música, sus personajes y sus historias rocambolescas en las que la violencia y el cachondeo campan a sus anchas. Larga vida a Quentin.
Por Lore Pérez.
@peneaa
